domingo, 15 de marzo de 2009

El arte en la Corte de Enrique VIII: Las Miniaturas de Lucas Horenbout

Las miniaturas se dieron a conocer por primera vez en Inglaterra por Margarita de Valois, hermana de Francisco I, que envió a Enrique VIII en el otoño de 1526 tres retratos del monarca francés y sus hijos realizados por Jean Clouet, el pintor de la corte francesa. Esta nueva técnica artística la llamaban por entonces "Limning", la palabra "Miniatura" no se usó hasta el siglo XVII, y enseguida causó furor en la corte Tudor.

El arte de pintar miniaturas tenía sus orígenes en las intrincadas ilustraciones de los manuscritos iluminados, para las cuales se habían usado técnicas parecidas, y también en las medallas con retratos italianas. Los retratos circulares en miniatura habían aparecido en manuscritos y en documentos oficiales, pero ahora se hicieron populares por derecho propio. Solían montarse sobre cartulina rígida, pintarse con colores vivos sobre fondo azul con letras doradas y colocarse en un marco o estuche, tal vez hecho de oro o marfil. Eran muy caros y, por lo tanto, relativamente raros y muy apreciados.

Muchos de los manuscritos de los que se derivaban las miniaturas se producían en Gante y Brujas. Los iluminadores más célebres pertenecían a una familia llamada Horenbout (nombre que a veces se anglicaniza y se escribe Hornebolte en documentos oficiales), que se había establecido en Gante en 1414 y poco antes había trabajado para Margarita de Austria. Alrededor de 1524, tres de sus miembros, padre, hijo e hija llegaron a Inglaterra, probablemente invitados por Enrique VIII. Gerard Horenbout, el padre, había sido pintor de la corte de Flandes e ilustró manuscritos para el Cardenal Wolsey.

Su hija, Susana Horenbout, nacida en 1503, era también artista y se dice que pintaba miniaturas, aunque ahora no se puede identificar ninguna. Se casó con dos oficiales del reino y permaneció en Inglaterra hasta su muerte en 1545. Sin embargo, no existe ninguna prueba de sus actividades artísticas, y en las cuentas reales no hay constancia de ningún pago a su nombre.

El hijo, Lucas Horenbout ( Aprox.1490-95-1544) había aprendido el oficio en el taller de su padre. En 1512 se habia convertido en miembro del Gremio de Pintores en Gante. En Septiembre de 1525 en nombre de Lucas aparece por primera vez en las cuentas reales al serle concedia una generosa pensión vitalicia de 33 libras y 6 chelines (9900 libras) al año, prueba de la gran estima que el rey tenía por su talento. Lucas Horenbout fue el primer retratista importantes de la reinado, el artista que perfeccionó y popularizó el arte de pintar miniaturas en Inglaterra y que con ello creó moda que duraría siglos.

Al parecer, el trabajo de Lucas como iluminador impresionó al rey, que le encargó que pintase miniaturas siguiendo el estilo de Clouet. Lucas cumplió en encargo con habilidad y delicadeza. En 1527 Enrique pudo devolver el gesto que Margarita de Valois había tenido un año antes y le envió retratos miniaturas suyos y de su hija, María, probablemente pintados por Lucas, que en 1528 fue ascendido al puesto de “Pintor del Rey".


La princesa María Tudor, futura María I, aprox. 1525-29

Hasta hace escasamente poco tiempo, la obra de Lucas Horenbout gozó de escaso reconocimiento, ahora se han identificado como suyas al menos diecisiete miniaturas importantes, que datan en su mayoría de 1526-1535: hay cinco retratos de Enrique VIII, tres de Catalina de Aragón, dos de forma probablemente erronea se identifican como de Ana Bolena, y estudios del duque de Suffolk, la princesa María, Carlos V, Henry Fitzroy, Jane Seymour, el príncipe Eduardo y Catalina Parr. También se ha sugerido que otros trece retratos de cuerpo entero salidos de su taller y de calidad inferior, entre ellos los de Enrique V, Eduardo IV, Enrique VIII, Jane Seymour y el príncipe Eduardo proceden de su estudio. También se dice que Horenbout pintó un retrato de William Carey, esposo de María Bolena.


Catalina de Aragón, aprox. 1525-26

Poco sabemos de la colleción de miniaturas de Enrique VIII. Al igual que su hija Elizabeth I, es probable que la guardara en su aposentos privados. El rey usaba las miniaturas como instrumentos diplomáticos y las daba a sus cortesanos como señal de gran favor. Jane Seymour llevaría una miniatura suya colgada al cuello por medio de una cadena. Aquello resultaba demasiado visible para su señora, la reina Ana Bolena, que enfadada, se la arrancó.


Enrique VIII, aprox. 1525-27


Bibliografía:

Weir, Alison: Enrique VIII, el rey y la corte, Círculo de Lectores, Barcelona, 2004.

16 comentarios:

José Luis López Recio dijo...

Es muy interesante. Me gusta aprender cosas nuevas.
Saludos

Diana de Méridor dijo...

Interesante tema el de esta familia y las preciosas miniaturas, madame. Las que nos muestra son muy bellas.

Bisous

El Caballero dijo...

Me gusta tu blog, ha sido un placer descubrirte. ¿Me harías el honor? Sería muy agradable recibirte en mi morada. Au revoir.

Lady Caroline dijo...

¡Hola a todos!

Joselop44: Gracias nuevamente por tu visita!

Madame Minuet: La dificultad para componer estas obras de artes debía ser muy grande, tantos detalles y ornamentos en una figura tan pequeña.

Caballero: Bienvenido My Lord a mis líos cortesanos. Es un honor recibir vuestra visita.

Besos,

Caroline

bibliotecaria dijo...

Muy interesante nota. Te sigo y a menudo te "tomo prestado" un fragmento para mis blogs, los cuales enlazo a éste. Te felicito. Muy buenoel sitio Saludos

Lady Caroline dijo...

Gracias Vilma una vez más por acercarte a mi espacio. Me parece de lo más interesante la manera como recopilas tanta información curiosa y variada.

Saludos,

Caroline

El Bosque Olvidado dijo...

Extasiada, escuchando vuestra maravillosa música, no tengo más que elogios para uno de losmás hermosos blogs que he visto hasta ahora.
Enhorabuena, señora!
Doña Guiomar

Ccasconm dijo...

Muy interesante este tema artístico de las miniaturas, más que por el arte que encierran (que no es poco), por el simbolismo y la cercanía a los personajes históricos que los portaban. No en vano estos medallones se llevaban encima, sobre la piel, cerca del corazón y representaban a personas queridas.
Saludos

Lady Caroline dijo...

Muchas gracias Doña Guiomar, siempre es un placer recibir su agradable visita.

carmencmbejar:Muchas gracias carmen por pasarte por mi espacio. Te doy la razón, estos medallones eran una forma de guardar lo más cerca posible del corazón la persona querida. El precioso el simbolismo de cada pieza.

Besos,

Caroline

Catherine Heathcliff dijo...

Querida Caroline:

Gracias por tu interesante artículo.

Desde luego, es evidente que el arte de los medallones es algo que desapercibido, y es curioso cuántos misterios guarda. Me quedo con los comentarios de los visitantes anteriores, de que, efectivamente, el valor simbólico era gigante.

Apuesto a que Ana Bolena tuvo unos cuantos... y regaló otros tantos.

Un beso,

Catherine Heathcliff.

SpectralG1x dijo...

Hola, cuando puedas pásate por mi blog,hay un regalo merecido para ti.Un saludo...!

Anónimo dijo...

Me encantan las obras que Horenbout hizo de toda la saga de los Tudor. Los colgantes son realmente bonitos.

Besos Caroline, ya tenía ganas de volver a leeros

Melibea dijo...

¡Hola!

Denido a la debilidad que siento por los libros, las miniaturas que acompañan a algunos de ellos me fascinan. Son pequeñas obras de arte.

Interesante entrada, Caroline. Cuídate

Lady Caroline dijo...

Catherine: Gracias por venir siempre a verme. De vez en cuando, intento imaginar las veces que eran estos medallones contemplados por sus dueños,casi siempre con gran cariño y admiración. Ana Bolena tuvo un ataque de furía al comprobar que Enrique VIII le había regalado uno a Jane Seymour.

Curiosomundoazul: Muchas gracias por este premio, no me lo esperaba! Es todo un honor recibirlo!

Besos,

Caroline

Lady Caroline dijo...

Jimena: Bienvenida nuevamente por aqui, es una alegria recibirla! A mi también me apasiona mucho contemplar estas miniaturas.

Melibea: Gracias por venir nuevamente a mi rincón cortesano! Es todo un logro la manera como eran confeccionadas estas pequeñas miniaturas. Debía ser una labor imensa.

Besos,

Caroline

Atenea dijo...

Hola Caroline!

Me gustan mucho las miniaturas que expuestas en tu entrada :), ya me gustaría poder contemplarlas en vivo y en directo, me gustan las antiguedades y en especial conocer algo de su historia ;).

Un abrazo!