jueves, 30 de abril de 2009

Enrique VIII se inspiró en Felipe el Hermoso


Me quedé impresionada con este artículo hallado en el Diarío ABC, en el se afirma que Enrique VIII quedó fascinado con el carácter de Felipe el Hermoso e incluso vió en él un ejemplo a seguir. Las relaciones entre el aún Duque de York y el Archiduque de Austria fueron bastante cordiales y se enviaban correspondencia con frecuencia. Pena que la muerte prematura de Felipe interrumpiera una amistad que podría haberse afianzado en los años venideros.



Enrique VIII, retrato de 1509



Felipe el Hermoso

A continuación el artículo completo:


"Enrique VIII, probablemente el más famoso a la par que sanguinario Rey de Inglaterra, podría haberse "inspirado" en Felipe El Hermoso, esposo de Juana La Loca, para construir su personalidad como monarca.


Según se desprende de las cartas que el aún Duque de York enviaba al regente español y que ahora expone la Biblioteca Británica, el futuro Rey de Inglaterra se sintió fascinado por la fuerza, el carácter y la complexión física de Felipe El Hermoso tras conocerlo personalmente en enero de 1506, cuando éste se "refugió" en Inglaterra de las revueltas que por aquel entonces recorrían España.


Con motivo de la celebración de su 500 º aniversario de ascenso al trono, la Biblioteca Británica inauguró el día 23 de abril la exposición "Enrique VIII: Hombre y Monarca", que muestra cómo el idealista y renacentista heredero británico pasó a convertirse en un cruel y despiadado monarca que desconfiaba de todo y de todos.


Escaso conocimiento


Casado en primeras nupcias con Catalina de Aragón, hija de los Reyes Católicos, a la que repudió más tarde frente a la oposición de Roma, que no aceptó el divorcio por presiones de Carlos V, Enrique VIII mantuvo en su juventud una estrecha relación epistolar con la realeza española. Además de cartearse con Felipe El Hermoso con cierta asiduidad durante cerca de cinco meses -Felipe murió en junio de 1506-, al Enrique de los primeros años de reinado le gustaba también mantener contacto con su suegro, Fernando de Aragón, a quién enviaba misivas contándole, por ejemplo, cómo había ido la coronación de su hija.


La exposición de la Biblioteca Británica navega por la vida de Enrique VIII vista desde una óptica muy personal e intimista, a través de los escritos, dibujos, partituras o salterios que pasaron por las manos del monarca. El principal objetivo tanto de esta exposición como del resto de numerosos actos conmemorativos de la coronación de Enrique VIII es mostrar la "cara amable" de un rey que fue considerado como "una sangrienta tara en la historia de Inglaterra" por el ilustre novelista Charles Dickens.


El comisario de la muestra, David Starkey, se lamenta de que lo único que se sepa de Enrique VIII es "que se casó seis veces y se divorció cuatro", mientras que, a su juicio, merece la pena también "descubrir al rey apuesto, al príncipe idealista, al dedicado hijo y marido, al estudioso, al poeta, al músico y al amigo que se encontraban dentro de él". Así se muestran entre otros documentos varias partituras debidas a su inspiración como la que lleva el título de la famosa canción "Pastyme with good compnaye", en la que ensalzas las virtudes de la vida principesca, la caza y el baile, y los libros que el poeta y sacerdote John Skelton escribió para la instrucción del príncipe adolescente.


Junto a ellos se expone una lista de notables ejecutados durante su reinado: entre ellos, dos de sus esposas, un cardenal, más de veinte miembros de la aristocracia, cuatro destacados funcionarios públicos, seis amigos o personas de su entorno más próximo, tres abades mitrados y varios responsables de monasterios. Sea como fuere el modo en que Enrique VIII pasó de firmar creaciones musicales a condenas a la pena capital, el hecho es que este rey ha pasado a los anales de la historia como el monarca británico que más órdenes de ejecución ha signado."

miércoles, 15 de abril de 2009

Lady Jane Bolena, Vizcondesa de Rochford: Primera Parte




Lady Jane Bolena fue una dama de la nobleza inglesa que vivió durante el reinado de Enrique VIII. Se hizó conocida por ser cuñada de la segunda esposa de Enrique, Ana Bolena y dama de compañía de su quinta consorte, Catalina Howard.

Lady Jane Bolena (Jane Boleyn) nació como Jane Parker, era hija de Henry Parker, 10 º Barón de Morley y de Alice St John. Nació en Norfolk, Inglaterra alrededor del año 1505 en el seno de una familia adinerada, políticamente influente y muy respetada entre la clase alta del reino. Su padre era un gran intelectual que cursó estudios en Oxford, con un gran interés por la cultura y la educación. En su juventud, Sir Parker había servido en la casa de Margaret Beaufort, condesa de Richmond y madre del monarca Enrique VII. Posteriormente, en 1523 heredaría el título de Barón de Morley.

En su residencia en Norfolk, Jane y sus hermanos habían crecido rodeados de niñeras e institutrices. Le dieron una educación típica de las mujeres de su época, le enseñaron a leer y a escribir y lo más importante como llevar una casa. No podrían faltar la costura y el bordado, los pasatiempos más comunes entre las damas de la nobleza. Probablemente a la edad de doce años, fue enviada a la corte para formar parte del séquito de la reina Catalina de Aragón. Jane fue una de las damas del reino que acompañó la comitiva real a su famosa visita a Francia en 1520, que fue conocida como "El Campo de la Tela de Oro". Dicho encuentro diplomático reuniría a los dos monarcas más ilustres del Renacimiento, Enrique VIII y Francisco I.

No tenemos registros sobre su aparencia física ni tampoco ningún retrato suyo. Podemos suponer que era probablemente bella, si tenemos en cuenta que fue una de las ocho damas elegidas para participar en la mascarada titulada "Château Vert". Este evento organizado en 1522 por el cardenal Wolsey en York Palace, sería una bienvenida a los embajadores imperiales. Jane interpretaba el papel de "Constancia" y Ana y María Bolena personificarian la "preserverancia" y la "amabilidad" respectivamente.

A finales de 1524 o principios de 1525, Jane se casó con George Bolena. Este caballero era un excelente partido para ella. Los Bolena habían llegado muy lejos y gozaban del favor real gracias en parte al amorío de Enrique VIII con la hermana de George, María Bolena.Como regalo de bodas, el monarca inglés dió a los novios la casa de Grimston en Norfolk. Desde que se convirtiera en Vizcondesa de Rochford por su matrimonio, a partir de entonces sería conocida en la corte como "Lady Rochford".

La influencia e riqueza de la familia iba en aumento desde que Enrique VIII se encaprichara por Ana Bolena en 1526. El rey estaba encantado con su "damisela joven y fresca". Se le regalo a Jane y a su esposo el Palacio de Beaulieu, que lo utilizarian con su residencia principal.



Tradicionalmente, el matrimonio entre Jane y George se describe como una unión infeliz. Algunos historiadores afirmar que George Bolena era homosexual, eso explicaría que hayan tenido un matrimonio tan miserable. El tema es bastante contradictorio, no hay evidencias concretas que podamos afirmar que eso fuera cierto. Se dicen que George era un joven muy atractivo, talentoso y la vez promiscuo, pero no se sabe a ciencia cierta sus inclinaciones amorosas.
No hay constancia que George y Jane hayan tenido descendencia. Se ha pensado que George Bolena, Decano de Lichfield, podría haber sido su hijo.Es de extrañar, ya que habría heredado los títulos de los Bolena si realmente fuera su heredero.Lo más seguro es que se tratara de un primo lejano.

Como resultado del ascenso de Ana, Lady Rochford apareció al lado de su cuñada en un baile de máscaras en Calais en 1531. Era un espectaculo dedicado a Francisco I de Francia. Cuando Ana fue coronada reina de Inglaterra en 1533, ella fue nombrada una de sus damas de compañia de sus aposentos.
Alrededor de 1534-5, por razones inciertas, Jane se volvió en contra de la reina. En el verano de 1535, ella fue demasiado lejos al tomar parte de una manifestación en contra de Ana junto a otras esposas de varios ciudadanos londinenses.





Ana Bolena caería en desgracia en Mayo de 1536, la prueba necesaria para acusar a la reina de incesto con su hermano George procedian del testimonio de su esposa Jane. Los comentarios negativos que se hicieron mucho después, sugerian que Ana "deseando mucho tener un hijo varón que sucediera al padre, y hallar que el rey no la contentaba" usó a su hermano (entre otros) para concebir un hijo. Eso era muy diferente a la evidencia presentada en su momento. Lady Rochford se refirió a una "indebida familiaridad" entre hermano y hermana. Simplemente eso fue lo que dijo. Su marido mismo habría exclamado con amargura ante sus jueces: "Sobre la envidencia de sólo una mujer estáis dispuestos a creer ese gran mal de mí." Hubo por otro lado un vago comentario acerca de que Lord Rochford estaba "siempre en el cuarto de su hermana", algo que no constituye ningún delito ni, pensaría uno, es prueba de incesto.

La cuestión de la impotencia de rey, sobre la cual se rumoreaba en la corte, podría ser una arma letal para eliminar a Ana. Fue entonces cuando se presentaron las palabras fatales de la reina Ana a lady Rochford. Su cuñada le contó que "el rey era incapaz de hacer el amor con su esposa y que no tenía ni habilidad ni virilidad". Aunque el documento se había redactado en la corte, George Bolena tuvo la presencia de animo de leerlo en voz alta. Fue mucho más prejudicial que la insensatez relativa al incesto, porque tenía mayores posibilidades de ser verdad.

Ahora la pregunta que todos estabamos esperando!¿Que motivos tenía lady Jane Bolena para acusar a Ana y George Bolena de incesto?
Los motivos de Lady Rochford se desconocen: su padre lord Morley, había sido un devoto partidario de la reina Catalina, y ella misma podía estar tratando de contribuir a la causa de María, la hija de Catalina. O tal vez tratara de permanecer al lado del ganador a pesar de la desventaja de la "culpa" de su esposo. De esa forma sería capaz de conservar su título y herencia.
Luego está la versión más novelada y extendida. Dicen estaba celosa y envidiosa de la afinidad que compartían su marido y su cuñada, y también de las atenciones que profesaba hacía otras personas, como por ejemplo el músico Mark Smeaton. Se sentía desplazada y en un segundo plano.

Nadie tuvo clemencia de la reina Ana y de su hermano. George Bolena fue ejecutado con un hacha el 17 de mayo de 1536. Dos días después le acompañaría su queridísima hermana, ejecutada por la espada de un verdugo expresamente traído de Francia. Las palabras de Jane fueron vitales y determinantes para este trágico desenlace, pero nadie podrá jamás adentrarse en los enigmáticos pensamientos de esta dama. Puede que la tachemos de villana, sin embargo no se sabrá nunca las razones de porque testificó en contra de quién supuestamente más amaba.



Bibligrafía:

Fraser, Antonia: Las seis esposas de Enrique VIII, Ediciones Web, Barcelona, 2007

Warnicke, Retha M.: The rise and fall of Anne Boleyn: family politics at court of Henry VIII, Canto, Cambrige University Press, 1996.

en.wikipedia.org/wiki/Jane_Boleyn,_Viscountess_Rochford

scandalouswoman.blogspot.com/2008/09/woman-in-shadows-life-of-jane-boleyn.html

Escenas de la película "Las hermanas Bolena"

lunes, 13 de abril de 2009

Juana I de Castilla "Loca de amor": 4ª Parte



La coronación de Felipe el Hermoso como monarca de Castilla ocurrió el 07 de septiembre de 1506. Días de triunfo, de brillo cortesano, de celebración de la victoria sobre Fernando el católico. El nuevo Rey eran un joven de veintiocho años, tenía a su merced a la reina Juana y a su favor lo más ilustre la nobleza y del clero castellanos. Parecía que todo iba bien encauzado, se presagiaba un largo reinado y un futuro próspero para Castilla.

Inesperadamente todos aquellos gloriosos planes se vinieron abajo.En los primeros días del mes de septiembre de 1506 don Felipe jugaba un partido de pelota con sus más allegados en Burgos. Después de practicar deporte, bebió agua helada, por lo que al día siguiente se sintió con fiebre. Y ante esa trágica notícia, ante esa enfermedad inesperada, Juana nuevamente se monstró como una mujer de carácter, capaz de afrontar lo irremediable:" Mientras estuvo enfermo(Felipe), la Reina no se separó de su lado. Presa de profundo dolor, no derramó jamás ni una sóla lágrima."

La constancia de Juana era admirable.A pesar de su inestabilidad emocional, mientras su marido estuvo enfermo su comportamiento no pudo ser más ejemplar. Según un cronista flamenco, testigo de aquellas dolorosas jornadas, describe así a la joven de veintiséis años: "Apenas si mostró - nos dice - semblante de duelo en la hora de su muerte, ni tampoco lo hizo durante su enfermedad; pero estaba continuamente a su lado, dándole de beber y de comer ella misma, a pesar de estar embarazada, y ni de día ni de noche le abandonaba. Y con la pena y el trabajo que se tomaba al hacer eso, los que había alrededor temían que a ella y a su fruto no les pasase algo malo".

Felipe nunca se curó y el día 25 de septiembre de 1506 fallecía, especulándose que pudo haber sido envenenado, lo que no se pudo probar. Los rumores sobre la locura de Juana no hacían más que aumentar. Sólo habían transcurrido dieciocho días desde la entrada del joven monarca en Burgos.Jamás había tenido lugar un reinado tan breve. Pero cuando al fin pierde a su esposo, no existía más un objetivo por el que luchar, entra ya definitivamente en un estado depresivo agudo, al que sin duda era propicia por su naturaleza. Y ya nada le importará, ni la familia, ni siquiera los hijos, salvo aquel bebe que llevaba en las entrañas, ni los problemas de Estado, ni su mismo cuerpo.

El archiduque de Austria sería enterrado en un principio en la Cartuja de Miraflores. Y Juana estaba de acuerdo con la decisión. Pero de repente, recordando el deseo de Felipe de ser enterrado en Granada, ordenó que fuera desenterrado y sacado de la Cartuja. Todo ello en pleno invierno. En ese momento Juana no dudó en trasladar el cuerpo de su esposo, desde Burgos hasta Granada(excepto su corazón que deseaba que se mandase a Bruselas, como así se hizo).

Ahora es cuando nos deparamos con su famosa leyenda.Pese a que sus ministros intentaron hacerle cambiar de opinión, Juana quería seguir adelante con su promesa, sin importar las adversidades.



La Demencia de Doña Juana (1867), de Lorenzo Vallés. Museo del Prado (Madrid).

Bibliografía:

Fernández Álvarez, Manuel: Juana la Loca, La Cautiva de Tordesillas, Espasa-Calpe, Madrid, 2001.

http://es.wikipedia.org/wiki/Juana_I_de_Castilla

http://www.artehistoria.jcyl.es/historia/personajes/5671.htm