jueves, 26 de febrero de 2009

Juana I de Castilla, "Loca de amor": Segunda Parte



Felipe de Habsburgo y Juana de Trastámara aprox. 1498. Museo d´Art Ancien, Bruselas

Cabrán dudas sobre la inestabilidad mental de Juana no las hay sobre su forteleza física, muy por encima de la media en su tiempo, en cuanto a las esperanzas de vida y frente a los fuertes riesgos que amenazaban entonces a la mujer, a la hora del parto. Su primer alumbramiento fue muy feliz, el segundo fue verdaderamente asombroso. El 24 de febrero de 1500, Juana se hallaba en una fiesta palaciega en el Castillo de Gante, de repente la archiduquesa se encontró de pronto acosada por los dolores propios de una parturienta y apenas le dió tiempo a retirarse de la fiesta, dando a luz sin mayores esfuerzos a su segundo hijo: el futuro emperador Carlos V y I de España. Se cuenta que el niño nació en los lavabos del palacio y que ella mismo le cortó el cordón umbilical. Al año siguiente, el 18 de julio de 1501, en Bruselas, nació su tercera hija, llamada Isabel en honor a su abuela materna, Isabel la Católica.

Muertos sus hermanos Juan (1497) e Isabel (1498), así como el hijo de ésta, el infante portugués Miguel (1500), Juana se convirtió en heredera de Castilla y Aragón, siendo jurada junto a su esposo por las cortes en Toledo el 22 de mayo de 1502. En este momento Juana aporta a su matrimonio algo mucho más sustancioso que una simple suma de escudos de oro. Ahora es la heredera de los reinos de España y está en condiciones de convertir a su marido en uno de los más poderosos hombres de su tiempo. Después de tan ilustre nombramiento, la conducta de Felipe el Hermoso hacía ella fue menos hostil, al menos durante algún tiempo.

Cuando en 1503 su marido, Felipe, se marchó a Flandes a resolver unos asuntos, parece ser que se agravó su estado mental. Por primera vez en su matrimonio, Juana se vió apartada por un plazo largo de su esposo.Decidió entonces partir a Castilla junto a sus padres, especialmente por petición de su madre, preocupada por su estado de salud, pues estaba encinta por cuarta vez. En Bruselas se quedaron sus tres hijos mayores. El 10 de marzo de 1503, en la ciudad de Alcalá de Henares, cerca a Madrid, dio a luz un hijo, al que se llamó Fernando en honor a su abuelo materno, Fernando el Católico.



Juana de Castilla, aprox. 1500

A partir del nacimiento de Fernando clamó por su regreso a los Países Bajos, en busca de Felipe, y sin duda, pensando también en los tres hijos que allí había dejado: Leonor, Carlos y Isabel. Y ante las largas de sus padres, que trataban de mantenerla a su lado en España, entró en una de sus fases más depresivas. Juana tuvo varios arrebatos de rebeldía que disgustaron profundamente a Isabel, la Católica. Sólo parecía importarle su marido.

Finalmente la archiduquesa consiguió lo que tanto deseaba, regresar junto a su amado. En la primavera de 1504, Juana embarca otra vez en Laredo, para ir al encuentro de Felipe y de sus tres hijos, dejando con los abuelos maternos al otro hijo, a Fernando.Al volver a la Corte Borgoñona, Juana tendría que enfrentarse nuevamente a las infidelidades de su esposo. Tal hecho la arrojaría otra vez a la inestabilidad emocional debido a sus enfermizos celos.

Quién pago los platos rotos de aquellas desavenencias conyugales fue la dama favorecida por Felipe el Hermoso, porque Juana de Castilla, perdido el control de sus actos, la atacó violentamente. Hubo insultos, hubo golpes e incluso una agresión tijera en mano, con el resultado de la cara desfigurada. A su vez, Juana sería maltratada por su marido, furioso ante la conducta de su esposa.

Bibliografía:

Fernández Álvarez, Manuel: Juana la Loca, La Cautiva de Tordesillas, Espasa-Calpe, Madrid, 2001.

http://www.cervantesvirtual.com/historia/monarquia/juana.shtml

http://es.wikipedia.org/wiki/Juana_I_de_Castilla

domingo, 22 de febrero de 2009

Carta de amor de Enrique VIII a Ana Bolena


En primer lugar, me gustaría dar las gracias a Diana de Meridor por haberme enviado esta información tan valiosa sobre Enrique VIII. Esta carta de tono urgente y desesperado, era el ultimátum del soberano a su amada Ana Bolena. En ella se mostraba dispuesto a prescindir de María Bolena y de Catalina de Aragón, a desarraigalas de su corazón con tal de que Ana se le entregara en cuerpo y alma. Enrique había hallado la mujer que deseaba. Estaba hechizado, obsesionado, obcecado. Al fin dió rienda suelta al impulso de su corazón:

Meditando acerca del contenido de vuestras últimas cartas, me veo acosado por mil pensamientos torturadores y sin saber a qué atenerme, ya que en unas frases creo descubrir una satisfacción y en otras todo lo contrario. Yo os ruego encarecidamente me digáis cuáles son vuestras intenciones respecto del amor que existe entre los dos.

Necesito a toda costa una respuesta, ya que llevo un año herido por el dardo de vuestro cariño y sin tener aún la seguridad de si hallaré o dejaré de hallar un lugar en vuestro corazón y afecto.

Esta incertidumbre me ha privado últimamente del placer de llamaros dueña mía, ya que no me profesáis más que un cariño común y corriente; pero si estáis dispuesta a cumplir los deberes de una amante fiel, entregándoos en cuerpo y alma a este leal servidor vuestro, si vuestro rigor no me lo prohíbe, yo os prometo que recibiréis no sólo el nombre de dueña mía, sino que apartaré de mi lado a cuantas hasta ahora han compartido con vos mis pensamientos y mi afecto y me dedicaré a serviros a vos sola.

Rendidamente suplico una contestación para esta mi carta, pues anhelo saber hasta dónde y para qué puedo contar con vos.

Si no os fuera grato contestar por escrito, indicadme algún lugar donde pueda recibir la respuesta de palabra, y yo acudiré con todo mi corazón.

No sigo por temor a cansaros.

Escrito de mano de quien no desea ser sino vuestro,

E. Rex.”


Bibliografía:

Hackett, Francis: Enrique VIII y sus seis mujeres, Editorial Juventud S.A., Barcelona, 1975.

domingo, 15 de febrero de 2009

El lado romántico de Enrique VIII

En mi incansable búsqueda sobre la Dinastía Tudor, encontré una nota de prensa muy adecuada para una noche como hoy. Os extraigo parte del artículo publicado en el Diario El País el dia 13 de febrero:

Famoso por casarse seis veces y tratar a sus esposas con una crueldad sanguinaria, el rey Enrique VIII de Inglaterra también tenía su lado romántico, según una insólita y apasionada carta de amor escrita a su segunda mujer, Ana Bolena. La misiva, celosamente guardada en el Vaticano casi cinco siglos, volverá este abril a Reino Unido y se mostrará por primera vez al público en una exposición de la londinense Biblioteca Británica (British Library) titulada Enrique VIII: Hombre y monarca, que mostrará correspondencia, documentos oficiales clave y libros de la biblioteca personal del rey.

La exposición examinará las profundas transformaciones, personales y políticas, intelectuales y religiosas, que sucedieron bajo el reinado de Enrique VIII. Las motivaciones del soberano que cambió el rumbo de Inglaterra serán analizadas a partir del amplio fondo documental sobre el rey almacenado en la British Library.

En la misiva, escrita en francés -Ana se había educado en la corte de Francia- a comienzos del mes de enero de 1528, el Rey expresa su "intención inalterable" de casarse con la dama y promete "rezar una vez al día" para lograr ese objetivo. "Las demostraciones de tu afecto -señala- son tales y las hermosas palabras de tu carta están escritas con tanta cordialidad, que realmente me obligan a honrarte, amarte y servirte para siempre". "Por consiguiente, te aseguro que mi corazón estará dedicado a ti solamente", afirma el monarca, que escribe la nota con "la mano del secretario que en corazón, cuerpo y voluntad es tu sirviente más leal y confiado".

Con la inocencia de un adolescente perdidamente enamorado, Enrique VIII firma la carta, supuestamente robada en su momento por un espía del Vaticano, con la frase "H pretende a A. B. Ningún otro Rey", junto a las iniciales de su amada encerradas en un corazón. En opinión de David Starkey, historiador y comisario de la exposición, que podrá visitarse desde el 23 de abril hasta el 6 de septiembre, la misiva, "más que cualquier otra cosa", proyecta luz sobre un rincón de "la mente del Rey".



Carta de Enrique VIII en la que el monarca declara su amor a la doncella Ana Bolena, a comienzos del mes de enero de 1528

Para Starkey, "Enrique no es sólo el rey más conocido de Inglaterra, por sus esposas, su silueta y su carácter sanguinario". "Es uno de nuestros soberanos más importantes", pues "creó una iglesia nacional y una política insular y xenófóba que determinó el desarrollo de Inglaterra durante los siguientes 500 años".

El recorrido se completará con tapices, esculturas, armaduras, joyas y esculturas procedentes de otros museos. Entre la lista de objetos expuestos se contará el Salterio de Enrique VIII (libro de oraciones del monarca, que incluye miniaturas del rey representado como David matando a Goliat), un retrato de juventud, de autor desconocido (datada en 1513), el contrato matrimonial con Catalina de Aragón, de 1504, que sellaba la alianza angloespañola, prestado temporalmente por el Archivo General de Simancas.

Bibliografía:

http://www.elpais.com/articulo/cultura/Enrique/VIII/rey/sanguinario/romantico/elpepucul/20090213elpepucul_3/Tes

viernes, 13 de febrero de 2009

Juana I de Castilla, "Loca de amor": Primera Parte


Retrato de Juana de Castilla, hecho por Juan de Flandes hacia 1497

Juana I de Castilla, conocida como Juana la Loca ,fue la tercera hija de Fernando II el Católico y de Isabel I la Católica. Nació el 6 de noviembre de 1479 en la antigua capital visigoda de Toledo y fue bautizada con el nombre del santo patrón de su familia, al igual que su hermano mayor, Juan.

Desde pequeña fue muy inteligente, recibió una esmerada educación propia de una infanta e improbable heredera de Castilla basada en la obediencia más que en el gobierno, a diferencia de la exposición pública y las enseñanzas del gobierno requeridos en la instrucción de un príncipe. En el estricto e itinerante ambiente de la Corte Castellana de su época, Juana fue alumna aventajada en comportamiento religioso, urbanidad, buenas maneras y manejo propios de la corte, sin desestimar artes como la danza y la música, entrenamiento como jinete y el conocimiento de lenguas romances propias de la península Ibérica además del francés y latín.

Pronto se manifestó en Juana una vena mística que ella pretendió encauzar haciéndose monja. Pero sus padres tenían otro objetivo para la atractiva Infanta y cuando cumplió 16 años fue concertada su boda con el archiduque Felipe de Austria, hijo de Maximiliano I y María de Borgoña, conocido por el sobrenombre de El Hermoso. El enlace entraba dentro de la política exterior de los Reyes Católicos, que tenía como fin cercar al enemigo reino de Francia. Para ello también casaron a su heredero, el príncipe Juan, con la hermana de Felipe, Margarita de Austria.

Para reunirse con su futuro conyugue, la infanta de Castilla y Aragón embarcó en Laredo(Cantabria) en agosto de 1496 rumbo a unas desconocidas tierras flamencas. Allí habían ido a despedirla su madre, la reina Isabel, y sus hermanos, el príncipe don Juan y las infantas María y Catalina. Tuvo que dejar atrás su apreciada familia, el entorno de su pueblo castellano y la luz de los cielos de España. Durante el trayecto tuvieron alguno que otro contratiempo, que la obligaron a tomar refugio en Portland, Inglaterra, el 31 de agosto. Permanecerian tres días en suelo inglés, donde fue atendida por toda la nobleza de la Isla.

El 02 de septiembre retoman nuevamente el viaje, y finalmente el 08 de septiembre de 1496, la flota alcanza al fin, las costas neerlandesas. Al llegar a aquellas tierras desconocidas, la futura archiduquesa de Austria, duquesa de Borgoña y Brabante y condesa de Flandes, recibe su primera desilusión: su pretendiente no estaba allí para esperarla ansioso y para darle la bienvenida. Juana tardó aproximadamente más de un mes en conocer a su futuro marido. El ambiente de la corte con el que se encontró Juana era radicalmente opuesto al que ella vivió en su Castilla natal. Por un lado, la sobria, religiosa y familiar corte castellana contrastaba con la festiva, desinhibida e individualista corte borgoñona-flamenca. Al fin en Lierre, cuando corría ya el 12 de octubre, se produce el encuentro tan esperado.

¿Como eran físicamente los contrayentes?

Juana tenía unos grandes ojos rasgados, con algo de mistério, dicen que era la hija más bella de los Reyes Católicos. Tenía además un gran parecido físico a su abuela paterna, doña Juana Enríquez, por lo que, embromándola, Isabel llamaba a su hija "mi suegra".

Felipe el Hermoso en sus retratos se presenta como un joven ricamente ataviado, con una larga melena que le cae sobre los hombros, conforme la moda juvenil de la época, un joven de mirada inquisitva y labios sensuales, sólo tenía un año más que su futura esposa, por tanto, las posibilidades que la relación funcionara eran muchas.


Felipe el Hermoso

Entonces ocurrió lo inesperado, una atracción y un ardor incontenible entre los dos. A primera vista se encendió la pasión de los dos jóvenes con tal fogosidad, que no esperaron al casamiento fijado para los dos días después, sino que mandaron traer el primer sacerdote que se encontrara para que les diese la bendición y poder consumar el matrimonio aquella misma tarde.

Pronto quedo Juana embarazada, el 15 de noviembre de 1498, nació una niña a la que se puso el nombre de Leonor.Según la opinión mas extendida, este embarazo fue el detonante para el cambio de actitud experimentado por Felipe, que vuelve a sus devaneos amorosos con las damas de la corte, de ahí los enfrentamientos con su mujer que no aceptaba la infidelidad.Juana se dejaba dominar por los celos y no podría evitar sentirse insegura y abandonada, hasta tal punto que se convirtió en algo enfermizo.

La archiduquesa que tenía tendencia a la melancolía, se agarró de una forma obsesiva en la figura de su marido, de esa forma intentaba olvidarse de todas sus angústia y soledad. Víctima de los celos, la conducta de Juana era cada vez más extraña, se abandonaba en el cuidado de su cuerpo, rehuía del trato de las gentes, incluso descuidaba sus deberes religiosos.


Bibliografía:

Fernández Álvarez, Manuel: Juana la Loca, La Cautiva de Tordesillas, Espasa Calpe, Madrid, 2001.

http://es.wikipedia.org/wiki/Juana_I_de_Castilla

http://www.artehistoria.jcyl.es/historia/personajes/5671.htm

sábado, 7 de febrero de 2009

Thomas Wyatt y Ana Bolena: "Noli me tangere", pues del César soy"

La relación entre el poeta Thomas Wyatt y Ana Bolena siempre fue objeto de controversia y polemica entre los historiadores. ¿Verdaderamente mantuvieron una aventura amorosa? ¿Fue la musa inspiradora de sus versos?

El miembro más importante del círculo literario de los Bolena era el poeta Thomas Wyatt. Su família y él vivía en Kent, no lejos de Hever, y es probable que conociera a Ana de niña. Wyatt tenía uno o dos años menos que ella (si tenemos en cuenta la fecha de 1501), aproximadamente la misma edad que los otros pretendientes de Ana, lord James Butler y lord Henry Percy.

El joven Wyatt era un hombre encantador e inteligente, un soñador que prefería la vida del campo a la superficialidad de la corte. Era alto y bien apuesto, de cabellos rubios y ensortijados, y un valiente justador. Las mujeres le encontraban irresistiblemente atractivo y más adelante confesaría que había llevado una vida poca casta.



Sir Thomas Wyatt obra de Hans Holbein, aproximadamente 1535-7.



Ana había sido educada en la corte francesa, vestía a la moda del país galo, parte de sus libros estaban en francés, igual que la mayoría de las cartas de amor que envió a Enrique VIII. El carácter de Ana ha fascinado y muchas veces burlado a los historiadores durante varios siglos. Podríamos decir que era ambiciosa, decidida, tenaz e incluso despiadada. Estaba bastante unida a su família, en especial a su hermano George. Era una dama de espiritú independiente, a diferencia de la mayoría de las mujeres de la época. Nadie nunca dudó de su valor, fuerza y osadía.

Thomas se enamoró de Ana cuando ella regresó de Francia en 1522, fascinado por su belleza y luego aún más encantado por su hablar ingenioso y agradable. Compartían ambos el mismo círculo de amigos y su pasión por la música y la poesía. Sin embargo, Wyatt, en la época de su supuesta relación con Ana, poco antes que se marchara al extranjero, ya estaba casado. Aunque estaba separado de su esposa,no era una elección acertada para una muchacha como ella. Fuera cual fuese la intensidad del romance entre ambos, pertenecía a la tradición del amor cortesano, de poéticas declaraciones apasionadas y no a una promesa de matrimonio.



Miniatura de Ana Bolena atribuida a John Hoskins

A mediados de 1525, Ana atrajo involuntariamente la atención de Enrique VIII,y a finales de 1526, el rey se percató de que no era el único interesado en ella. Se daba cuenta que Wyatt estaba enamorado de Ana, y parece ser que tuvieron una discusión sobre ese tema. Cuando el monarca se lo preguntó a su amada, ella negó rotundamente que el poeta significará algo para ella. No sería de extrañar que Ana tuviese una relación con Wyatt antes de su sonado romance con Enrique VIII, y que en 1526 el poeta tratara de reanudarla a pesar de la indiferencia de ella, que deseaba olvidar su pasado discutible. Estar en la corte para Wyatt se volvió algo insoportable al intensificarse la pasión que Ana inspiraba en el rey. En enero de 1527 pidió que le enviaran a una misión diplomática a Italia. Después de unos meses, regresó a Inglaterra y evitó meterse en más líos,intentando pasar inadvertido y principalmente manteniéndose alejado de Ana.

Hay indícios sobre su relación en la poesia de él(cuyo significado ha sido bastante debatido) pero ninguna prueba sólida a respecto.El nieto del poeta, George Wyatt afirmó que había expresado lo que sentía por Ana "en algún lugar de sus versos", y desde entonces los historiadores se apoyaron en esa hipótesis y sacado diversas conclusiones. En realidad sólo de cuatro poemas podría decirse que son prueba de aventura, si de una aventura se trataba, ya que, por lo que tenemos constancia, Wyatt no era el único admirador de Ana. Su poesía habla de amor y de sufrimiento pasado, no de consumación.

Este poema supuestamente dedicado a Ana, es el famoso "Whoso List to Hunt" que se basa en una obra de Petrarca. Se ve a través de los versos, que Wyatt se aparta de la relación por temor a un rival más fuerte y advierte a otros del inútil propósito:

Whoso list to hunt

Whoso list to hunt, I know where is an hind,
But as for me, hélas, I may no more.
The vain travail hath wearied me so sore,
I am of them that farthest cometh behind.
Yet may I by no means my wearied mind
Draw from the deer, but as she fleeth afore
Fainting I follow. I leave off therefore,
Sithens in a net I seek to hold the wind.
Who list her hunt, I put him out of doubt,
As well as I may spend his time in vain.
And graven with diamonds in letters plain
There is written, her fair neck round about:
Noli me tangere, for Caesar's I am,
And wild for to hold, though I seem tame.

Quien quiera cazar

Quien quiera cazar conozco donde está una cierva,
Pero como para mí, alas, no puedo más.
Los dolores vanos me cansaron,
Yo soy de ellos el más lejano, vengo detrás.
Aún puedo yo, por ningún medio en mi mente cansada
Dibujar la cierva, pero como ella huye antes
Mi desmayo sigue. Acabo por lo tanto,
Desde una red procurando sostener el viento.
Quien quiera cazar, lo pongo fuera de duda,
Así como yo, puede gastar su tiempo en vano.
Impresionarla con diamantes en el llano de cartas
Allí esta escrito, en su justo cuello:
"No me toques", para César soy,
y salvaje para sostener, aunque yo parezca domesticada.

Whoso list: whoever wishes
hind: female deer
hélas: alas
vain travail: futile labor
deer: playing on the word "dear"
Sithens: since
Noli me tangere: "touch me not"
Fleeth: to run away from (a place, person, etc.).
Graven: deeply impressed

Cuando Ana Bolena cayó en desgracia, su reputación fue objeto de habladurías en todo el reino. Le acusarón de haber mantenido relaciones sexuales con el poeta tanto antes como después de su matrimonio con Enrique VIII, algo que resultaba tremendamente atractivo para sus acusadores.

En 1535, Thomas fue nombrado caballero, y en 1536 estuvo preso en la Torre de Londres por pelear con el Duque de Suffolk, y también bajo la sospecha de ser uno de los amantes de Ana Bolena. Fue liberado ese mismo año, gracias a su amistad con Thomas Cromwell, y regresó a sus tareas. Durante su estancia en la Torre presenció la ejecución de Ana Bolena y escribió un poema inspirado por esa triste experiencia. Un año después fue liberado de su encarcelamiento y volvió a disfrutar del favor real. Posteriormente, entre 1537-39, fue embajador de Inglaterra ante la corte de Carlos V.

Wyatt fue uno de los más grandes poetas ingleses. No sólo escribió conmovedores poemas, epigramas ingeniosos, acertijos y sátiras sobre la vida cortesana, sino que también adaptó el soneto petrarquesco al verso inglés e introdujo su propia imnovación, una pareado al final, con lo cual facilitó la composición de algunos ejemplos de la más bella poesía lírica de la lengua inglesa. Los poemas de Wyatt circularon en manuscrito en vida de su autor, pero no se publicaron hasta después de su muerte, apareciendo impresos por primera vez en la Miscellany de Richard Tottel en 1557.

Bibliografía:

Fraser, Antonia: Las seis esposas de Enrique VIII, Ediciones Web, Barcelona, 2007.

Weir, Alison: Enrique VIII, el rey y la corte, Círculo de Lectores, Barcelona, 2004.

http://es.wikipedia.org/wiki/Thomas_Wyatt_(poeta)

http://tudorhistory.org

viernes, 6 de febrero de 2009

¡Los Líos de la Corte cumple un año!

Los Líos de la Corte cumple el 12 de febrero su primer añito de vida,de verdad muchas gracias a todos por vuestros comentarios, opiniones y sugerencias. Sin vuestro apoyo jámas me hubiera visto capaz de llevar a cabo este proyeto.

Este mes, para celebrar San Valentín, dedicaremos varios posts a fascinantes historias de amor vividas durante el Renacimiento.Al final de esta semana será publicado el primer artículo. Sobre la moda en la corte de Enrique VIII, las entradas continuarán a partir de Marzo.

Para el próximo año pretendo renovar un poco la temática de mi espacio, añadir más biografías sobre otras dinastías, como Los Trastámara y Los Valois, pero nos os preocupéis, Los Tudor seguirán aqui dando mucho que hablar.

Os dejó con un video sobre la relación de Enrique y Jane Seymour, la canción se títula "Here Without You" de 3 Doors Down,las imágenes son de la primera y segunda temporada de Los Tudor, y de la série de documentales del gran historiador David Starkey dedicado a las Seis esposas de Enrique VIII.