jueves, 6 de agosto de 2009

Elizabeth Woodville, madre de los Príncipes de la Torre: Primera Parte

Elizabeth Woodville, aprox. 1471


Elizabeth Woodville o Wydeville marcó su huella en la historia por haber sido testigo en los enfrentamientos de la Guerra de las Dos Rosas, esposa de Eduardo IV y madre de los príncipes Eduardo y Ricardo, que desaparecieron misteriosamente en la Torre de Londres.

Elizabeth nació alrededor de 1437 en Granfton Regis, Northamptonshire, era hija de Richard Woodville, primer conde Rivers y Jacquetta de Luxemburgo, quién con anterioridad se había casado con John de Lancaster, duque de Bedford. Por parte de madre era descendiente lejana del rey Juan “sin tierra” de Inglaterra.

Con apenas ocho años, en 1445, fue enviada a la corte para ser dama de la reina Margarita de Anjou, consorte de Enrique VI. Dicen que era la más bella de las cortesanas y sus buenos modales eran alabados por toda la nobleza. Sobre el año 1452, se casó con Sir John Grey de Grosby, un valiente y rico caballero que murió en combate en la Segunda Batalla de St Albans en 1460, luchando por la causa de los Lancaster. Tuvo dos hijos de su primer matrimonio: Thomas (futuro Marqués de Dorset) y Richard.

Con el apoyo del Richard Neville, conde de Warwick, Eduardo de York derrotó a los seguidores de los Lancaster en una serie de enfrentamientos. Mientras Enrique VI y su esposa Margarita de Anjou estaban combatiendo en el norte, Warwick sitió Londres e hizo que nombraran rey a Eduardo en 1461. Para entonces, la joven viuda Elizabeth debía luchar por la herencia de sus vástagos que les fue arrebatada por la caída en desgracia de su marido. Ella permaneció de luto por un tiempo y viviendo en malas condiciones en Grafton los primeros años del reinado de Eduardo IV.

Un cierto día, llegó a sus oídos que el joven rey estaba cazando en las proximidades del castillo de su madre, en Graftons. Elizabeth esperó para verlo bajo un árbol conocido en las tradiciones de Northamptonshire, como “El Roble de la Reina”, sujetaba en ambas manos sus dos niños huérfanos de padre; y cuando Eduardo, que ya la había conocido en la corte inglesa, se paró a escuchar sus súplicas, ella se tiró a su piés, rogando que devolvieran los bienes confiscados a sus hijos. Su mirada cabizbaja y su profunda tristeza, que a pesar del sufrimiento mantenía intacta su belleza, no solo ganó su causa, sino también el corazón del monarca.




El rey Eduardo IV era alto, fuerte, guapo, afable, generoso, popular y tales cualidades no eran indiferentes a Elizabeth. El monarca no dudó en proponerle que fuera su amante, pero ella defendiendo su honor se rehusó tajantemente. A igual que Ana Bolena, sólo aceptaría algo legal y digno: el matrimonio. Tal rechazo solo hizo que incrementar el amor que sentía hacía ella, y finalmente, el 01 de mayo de 1464, la pareja contrajo matrimonio en secreto. Ser viuda con dos hijos y cinco años mayor que él no fue en absoluto un impedimento para el soberano. La boda no fue hecha publica durante meses, y mientras tanto el conde Warwick continuaba presionando a Eduardo para que desposara una princesa francesa.

La madre del rey cuando se enteró de lo ocurrido no pudo disimular su enfado ante semejante afrenta, no le hacía ninguna gracia ceder su puesto de reina a la hija de un simple caballero.El día de San Miguel Árcangel, el 29 de septiembre de 1464, Eduardo declaro ante todos que Elizabeth Woodville era su legítima esposa en la abadía del palacio de Reading.



Bibliografía:

http://es.wikipedia.org/wiki/Isabel_Woodville

http://es.wikipedia.org/wiki/Eduardo_IV_de_Inglaterra

http://en.wikipedia.org/wiki/Elizabeth_Woodville

http://www.luminarium.org/encyclopedia/woodville.htm

http://www.r3.org/basics/basic7.html

11 comentarios:

Diana de Méridor dijo...

Ay, madame, que ganas tenia de que nos trajera usted la historia de esta mujer, que ha dejado tantos interrogantes abiertos. Un personaje muy controvertido, y creo que frecuentemente maltratado.
Destino insolito el suyo, en todo caso. Poco debia imaginar como terminaría la escena el día en que le salio al paso al rey.

Espero ansiosa la continuacion.

Bisous, madame

Lady Caroline dijo...

Hola Madame: Estoy de acuerdo con Usted, en la vida de Elizabeth todavía existen muchos enigmas sin resolver. En el próximo post intentaremos aclarar algunos de estos misterios.

Creo que jamás se le hubiera pasado por la cabeza que después de aquel encuentro su vida diera un giro 180 grados.

Besos

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

¿como pueden desaparecer dos príncipes? ... hay que reconocer que en muchos momentos ser miembro de la familia real era un oficio de riesgo...

Atenea dijo...

No sabía de la existencia de Elizabeth Woodville :O. Vaya que tuvo una vida bastante agitada, pero al final cómo resultaría ese segundo matrimonio con Eduardo??.

Un abrazo Lady Caroline!

Lady Caroline dijo...

José Luis: Es muy grata su presencia por aqui, bienvenido!
Ser de la realeza efectivamente era un riesgo constante y nadie estaba libre de conspiraciones.
Hasta hoy la desaparición de estos príncipes es un enigma para todos los historiadores,hay muchas hipótesis pero ninguna es cien por cien segura.
El el próximo post de la semana que viene aborderemos este tema más a fondo desde la perspectiva de Elizabeth. Mientras tanto puedes leer la biografía de los príncipes que escribi a finales del año pasado.

Saludos

Lady Caroline dijo...

Hola Minerva!!

Como casi todas las consortes reales tuvo que enfrentarse a las infidelidades de su esposo sin rechistar. Y no solo fue eso, muchas personas no apoyaban su unión con Eduardo IV, y como veremos, incluso intentaron acusarla de brujería.

Besos

Ccasconm dijo...

¡Qué historia de amor más hermosa! (al menos de momento). A lo mejor todo se empaña al final, pero yo me quedaría con esta primera parte, sin importarme lo que viniera detrás, bueno o malo. No creo que dejaran a la dama salirse con la suya y veo, por lo que adelantas, que su amor no fue un camino de rosas.Todo un carácter el de Elisabeth.

Gracias por descubrirnos este personaje. Un beso

(`·.·•мαяgун•·.·´) dijo...

Hola =)

Yo opino como carmencmbejar, a mí por lo menos se me ha hecho una historia de amor muy bonita. Un hombre que tiene todas las cualidades que pueden atraer a una mujer y que quiere cortejar a Elizabeth que era apenas la hija de un caballero se me hace hermoso. Además de que ella le rechazó, como haciéndole una prueba de amor verdadera, no admitía ser su amante. Eduardo IV debía demostrarle que la amaba de verdad y que uniría su sangre con la suya para lograrlo.

Muchas gracias por tu comentario en mi análisis, de verdad que agradezco todos los comentarios y las opiniones. Uff veo que ya tienen 80 y tantos seguidores, ¡que suerte!

Besotes!

Alyxandria Faderland dijo...

No te quiero arruinar la segunda parte, pero una vez segura que el rey la amaba, la reina cambio y mucho. Lo que no sabia es que las cosas no son inmutables, y que se arrepentiria demuchas cosas, incluso de confiar a sus dos hijos a la guarda en la Torre donde serian asesinados y recien en 1980 encontrarian sus cuerpos.

Gema dijo...

Casi no sabia nada de esta mujer, me ha parecido super curioso el dato del arbol y de como conocio al rey,por cierto madame tal vez podriais publicar algo sobre Margarita Beaufort la madre de Enrique VII, por lo que he podido leer de ella parece una mujer muy interesante

Lady Caroline dijo...

¡¡Lo siento la tardanza en responderos!! Estuve de vacaciones una semanita en la playa y ahora regreso con las energias renovadas!!
Muchas gracias Carmen,Margyh, Alyxandria y Gema por vuestros comentarios. En breve habrá una segunda parte, estoy trabajando en ellos actualmente. Desgraciadamente los siguientes acontecimientos de la vida de Elizabeth de Woodville no serán tan dichosos y románticos como esta primera parte.

Besos a todas

Caroline