Enrique VII de Inglaterra
En 1485 Enrique VII fue coronado rey de Inglaterra, siendo el primer monarca reinante de la Casa Tudor. Obtuvo el trono del país gracias a su victoria sobre el rey Ricardo III, el último soberano de la Casa de York, en la Batalla de Bosworth ocurrida en el mismo año. La legitimidad del derecho a la corona de Enrique VII era bastante dudosa e incierta ya que sus pretensiones a la realeza se fundamentaban en un parentezco más bien lejano.
Su reclamo al trono provenía de su madre, Margaret Beaufort. Esta dama era bisnieta de John of Gaunt, duque de Lancaster, tercer hijo de Eduardo III, y su tercera esposa, Katherine Swynford, que fue amante del mismo durante veinticinco años. Cuando finalmente John se quedó viudo de Constanza de Castilla, hija de Pedro el Cruel, pudo desposarse con su amada Katherine en 1396; para entonces la pareja ya tenía cuatro hijos en común. En 1397, bajo el reinado de Ricardo II, los vástagos Beaufort fueron legitimizados. Más adelante su sucesor y usurpador, Enrique IV, reconocería la legitimidad de los hijos del tercer matrimonio de su padre aunque los apartó de la línea sucesoria.
Sólo gracias a un cúmulo de deposiciones y asesinatos, envuelto por un mar de venganzas y conspiraciones entre los miembros de la Casa de York y de Lancaster, permitieron al astuto Enrique Tudor convertirse en Enrique VII. Su ascenso en 1485, daría por finalizada la tormentosa Guerra de las Dos Rosas.
Para realzar su derecho al trono se apoyó en una famosa leyenda popular. Enrique VII, al igual que su padre, Edmund Tudor, había nacido en Gales, cuna del Rey Arturo y Sede de Camelot, y la descomposición que se encontraba el país después de la tumultuosa guerra, le permitieron alentar la leyenda conocida como "The Tudor Myth" de ser descendiente de los gloriosos britanos, estirpe del fundador Bruto y reencarnación de mítico Arturo y llamado, como él, a la regeneración de la nación.
El nacimiento de su primer heredero, fruto de su matrimonio con Elizabeth York , se programó para que se llevaba a cabo en Winchester en Hampshire, donde según suposiciones de la época se hallaba Camelot. Como era de esperar, el niño se llamaría Arturo en homenaje al lengendario rey de la Tábola Redonda.
Es curioso también destacar que en el mismo año de su coronación se publicará Morte D´Arthur, de Thomas Malory. La escritura de la obra coincidió con el establecimiento de la primera imprenta en Westminster por obra de William Caxton quién la imprimió en 1485. La obra es un retrato del universo de la épica y el romance, con sus estrictos códigos de honor y amor cortés que impregnan las aventuras del mítico Arturo y sus caballeros. En definitiva, contribuyó enormemente en afianzar la creencia sobre el fantástico y heróico ascenso de Enrique VII al trono, una forma muy perspicaz de celebrarlo.
Para ilustrar este post, os pongo un video sobre la Batalla de Bosworth:
http://www.youtube.com/watch?v=AcmeKj6OHv8&feature=related
Bibliografía:
http://en.wikipedia.org/wiki/Henry_VII_of_England
http://en.wikipedia.org/wiki/King_Arthur%27s_messianic_return
Concha Muñoz, Ángeles de la; Elices Agudo, Juan Francisco; Zamorano Rueda, Ana Isabel: Literatura inglesa hasta el siglo XVII, editorial UNED, Madrid, 2009.
Su reclamo al trono provenía de su madre, Margaret Beaufort. Esta dama era bisnieta de John of Gaunt, duque de Lancaster, tercer hijo de Eduardo III, y su tercera esposa, Katherine Swynford, que fue amante del mismo durante veinticinco años. Cuando finalmente John se quedó viudo de Constanza de Castilla, hija de Pedro el Cruel, pudo desposarse con su amada Katherine en 1396; para entonces la pareja ya tenía cuatro hijos en común. En 1397, bajo el reinado de Ricardo II, los vástagos Beaufort fueron legitimizados. Más adelante su sucesor y usurpador, Enrique IV, reconocería la legitimidad de los hijos del tercer matrimonio de su padre aunque los apartó de la línea sucesoria.
Àrbol Genealógico de la Casa de Lancaster
Sólo gracias a un cúmulo de deposiciones y asesinatos, envuelto por un mar de venganzas y conspiraciones entre los miembros de la Casa de York y de Lancaster, permitieron al astuto Enrique Tudor convertirse en Enrique VII. Su ascenso en 1485, daría por finalizada la tormentosa Guerra de las Dos Rosas.
Para realzar su derecho al trono se apoyó en una famosa leyenda popular. Enrique VII, al igual que su padre, Edmund Tudor, había nacido en Gales, cuna del Rey Arturo y Sede de Camelot, y la descomposición que se encontraba el país después de la tumultuosa guerra, le permitieron alentar la leyenda conocida como "The Tudor Myth" de ser descendiente de los gloriosos britanos, estirpe del fundador Bruto y reencarnación de mítico Arturo y llamado, como él, a la regeneración de la nación.
El nacimiento de su primer heredero, fruto de su matrimonio con Elizabeth York , se programó para que se llevaba a cabo en Winchester en Hampshire, donde según suposiciones de la época se hallaba Camelot. Como era de esperar, el niño se llamaría Arturo en homenaje al lengendario rey de la Tábola Redonda.
Es curioso también destacar que en el mismo año de su coronación se publicará Morte D´Arthur, de Thomas Malory. La escritura de la obra coincidió con el establecimiento de la primera imprenta en Westminster por obra de William Caxton quién la imprimió en 1485. La obra es un retrato del universo de la épica y el romance, con sus estrictos códigos de honor y amor cortés que impregnan las aventuras del mítico Arturo y sus caballeros. En definitiva, contribuyó enormemente en afianzar la creencia sobre el fantástico y heróico ascenso de Enrique VII al trono, una forma muy perspicaz de celebrarlo.
Para ilustrar este post, os pongo un video sobre la Batalla de Bosworth:
http://www.youtube.com/watch?v=AcmeKj6OHv8&feature=related
Bibliografía:
http://en.wikipedia.org/wiki/Henry_VII_of_England
http://en.wikipedia.org/wiki/King_Arthur%27s_messianic_return
Concha Muñoz, Ángeles de la; Elices Agudo, Juan Francisco; Zamorano Rueda, Ana Isabel: Literatura inglesa hasta el siglo XVII, editorial UNED, Madrid, 2009.
17 comentarios:
En verdad muy apropiada la publicación del precioso libro de Malory. Enrique VII no sería el primero ni el último en buscarse tales ascendencias... creo que ése es uno de los trucos más viejos del mundo entre los reyes y emperadores.
Un saludo
Que entrada más interesante. Era algo común entre las realezas inventar un origen mitológico, por ejemplo la Casa de Austria se decía descendiente de Hércules y de Tubal, nieto de Noe, y quinto hijo de Jafet, que en el año 131 después del Diluvio y tras el fiasco en la construcción de la torre de Babel, fue enviado a lo postrero de las tierras donde el sol se pone a repoblarla...mientras que otros reyes de dudoso origen como Enrique IV de Francia (hugonote reconvertido) tuvieron también que crear un origen fantástico...
Un saludo
No hay nada como enlazar la propia historia de uno, con una leyenda mítica para ensalzarse a sí mismo a ojos de todos jajajaja. Desde luego, tuvo mucha suerte de que su primer hijo con Elizabeth de York fuera un varón y pudiera ponerle ese nombre, después de haber programado el nacimiento al milímetro para darle credibilidad a esta leyenda
Muy buen artículo, un saludito
Es una maravillosa entrada, me ha atrapado de principio a fin, ahora más que núnca debo decirte que tu música es maravillosa y ha logrado tranportarme.
Se me ocurre una frase en italiano:
"Se non e vero e bene trovato" o si no es verdad es verdad está bien hallado, que rey tan astuto, se basaba en una leyenda para defender su derecho al trono, es que definitivamente era un Tudor por exelencia...
Cualquier calificativo es poco para expresar mi admiración por vuestra entrada...
Besos y brazos...
Sofonisba: Ya lo creo que sí, lo tenían los reyes todo calculado. El "hallazgo" de una ascendencia mítica dio credibilidad a la llegada de Enrique VII al trono y su legitimidad estuvo de cierta forma asegurada. Saludos
Carlos II: Muy interesante también el dato que me proporciona sobre la Casa de Austria. Por lo que veo todos los reyes acudían a lo mismo: buscar ese origen mitológico que casi los convertía en una deidad. Saludos
María Tudor: Sí menos mal que todo le salió como anillo al dedo y pudo rearfirmar que era la reencarnación de una leyenda, además las coincidencias del destino le jugaron varios puntos a favor. Que listo era Enrique VII, lo tenía todo bien programado! Saludos
Lady Grey: Muchas gracias por tus bonitas palabras, es muy halagador!
Enrique VII era un caballero de lo más astuto, supo defender ante todos su origen mítico, era una forma que el pueblo llano lo viera como un auténtico héroe dispuesto a enfrentarse a todos para salvar a su país. Besos
Comun apunta Carolus II, es muy normal emparentar los regios linajes con los héroes mitológicos, sobre todo en las monarquías absolutas. Bello relato e interesante video sobre la batalla de Bosworth. Saludos desde ArteTorreherberos.
Y mira que despues dieron muchas historias interesantes los ¨Tudor ¨.
Curioso el video de la batalla de Bosworth.
Besos desde Málaga.
Paco Hidalgo: Gracias por la visita. Los monarcas casi siempre han querido demonstrar su supremacia absoluta y que nadie dudará ni por un instante de su legitimidad. Saludos
Annick: Los Tudor tienen incontables historias curiosas que poco a poco las intentaré desvelar. Besos
Muy interesante el cuadro genealógico que nos pinta, madame.
Al hilo del remontarse en los ancestros hasta miembros míticos, tenemos incluso a los emperadores romanos (O. Augusto se consideraba descendiente directo de la propia diosa Venus).
Feliz noche.
Muy interesante y bien documentado, como siempre.Me ha gustado mucho el video.
Besos, hasta pronto.
Negrevernis: ¡Muchas gracias! Como puedo observar, el origen mitológica se remonta a épocas muy lejanas, todos los gobernantes buscaban ser divinos como los Dioses del Olimpo. Saludos
Magamerlin: ¡Muchas gracias! Me alegro que haya sido de su agrado. Besos
Muy lindo y muy interesante Caroline, que bueno es preguntarse hasta donde hay verdad y hasta donde leyenda, pero de donde surge esta!
La felicito Lady Caroline, vuestra entrada me ha atrapado de principio a fin y el video ha sido la guinda del pastel.
saludos de una nueva seguidora.
Las monarquías siempre buscan un ascendente divino para legitimarse. Bueno, digo monarquías pero esto puede ser aplicado, por ejemplo, a la obsesión de Hitler por encontrar objetos religiosos relacionados con el poder. Si no se tiene ascendientes dignos para poder ocupar el trono se inventan unos mejores, ¿no crees?. Ahí tenemos el ejemplo de César que decía descender de Rea Silvia.
Un besito
Dubois: gracias, las leyendas son fascinantes, acaban dando mucho colorido a la historia. saludos
Lady Darcy: Bienvenida a mi otra morada, es un placer verle por aqui. Gracias por hacerte seguidora. saludos
Carmen: Sin duda alguna, buscar un origen mitológico era algo muy socorrido y ayudaba muchísimo para consolidarse en el trono. Besos
Recientemente he visto la serie "La princesa Blanca" y me ha parecido interesante. Pero la naturaleza de la verdadera relación entre Isabel de York y Enrique Tudor debió ser por lo menos tirante. Estoy más que harta de la manera en que dicen que Isabel estaba entregada en cuerpo y alma a Enrique porque estaba muy enamorada. Yo personalmente pienso que no hay que confundir estar enamorada tanto como saber estar en tu lugar. Isabel de York fue criada para sacrificarse como todas las esposas de reyes medievales, por lo tanto para ella no fue una sorpresa tener que casarse con Tudor a la fuerza, orden devenida por el parlamento para unir a las dos casas, pero mi pregunta es ¿no le fastidiaría tener que renuncir a un trono que por derecho le hubiera pertenecido, aunque la leyes dictaran que solo un varón podía acceder al trono para ser una vaca lechera para el vencedor, Tudor? Como mínimo debió de pensarlo. De todas maneras una princesa y un príncipe optaban por el mismo trono. Hubiera sido interesante ver como lo resolvían sino hubiera sido por el matrimonio.
Alguien me puede decir la cronología de reyes de Inglaterra y si la actual reina Isabel ll es del mismo árbol genealógico del rey arturo
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