miércoles, 23 de diciembre de 2009

¿Cómo celebraban Enrique VIII y sus súbditos la Navidad?



En tiempos de los Tudor las fiestas de Navidad duraban doce días y las celebraciones alcanzaban su punto culminante el 6 de enero o Noche de Reyes, cuando se celebraba la Epifanía. El ayuno de adviento finalizaba la víspera de Navidad; y a partir de entonces se inauguraban doce días de fiestas, banquetes, pompa, disfraces y diversión; todo ello presidido por el Señor del Mal Gobierno o "Maestro de los Alegres Retozos", con su cortejo de heraldos, magos y bufones disfrazados. Enrique VIII también tenía por costumbre nombrar un "obispillo" que sustituía el lugar de su principal capellán. En Windsor, en una ocasión recompensó a un muchacho llamado Nicholas con 10 marcos por interpretar este papel.

La corte estaba siempre a rebosar durante las Navidades. Los palacios reales, a igual que muchos hogares humildes, se adornaban con "acebo, hiedra y laureles y cualquier otra cosa verde propia de la temporada". En el gran salón de audiencias bailaban y cantaban villancicos, "con gran gozo de la reina y los nobles".


Durante las Navidades en la corte se celebraban grandes banquetes. El día de Navidad se servía el plato que era siempre el favorito de las fiestas, carne de jabalí o de cerdo "macerada" y sanzonada con especias, y quizá cisne asado; el primer plato, sin embargo, consistía siempre en una cabeza de jabalí, que se presentaba a los comensales "adornada con laurel y romero". Para el suntuoso banquete de la noche de Reyes se preparaba un pastel especial de frutos secos, harina, miel y especias que contenía un guisante o una alubia; quién lo hallase sería Rey o Reina del Guisante o de la Alubia durante la velada; no obstante, a juzgar por los pagos hechos de antemano, parece que en la corte los afortunados se elegían previamente, por si acaso.

Las navidades también era tambien una época de solemnes observancias religiosas. El día de Navidad, Enrique VIII oía misa en su camarín antes de ir en procesión a la capilla real para asistir a los maitines, donde incluso participaba en el oficio. El coro solía cantar Gloria in excelsis en estas ocasiones y una vez el monarca lo premio con 2 libras ( lo equivalente hoy en día a 600 libras). En la fiesta de la Epifanía se hacían ofrendas de oro, incienso y mirra en nombre de la reina.

El intercambio de regalos no tenía lugar en día de Navidad, sino el día de Año Nuevo. No sólo la soberana y la familia real, sino también todos los cortesanos y sirvientes regalaban algo al rey; cada presente le era entregado por quien lo hacía o por su representante en una ceremonia brillante en el salón de audiencias, donde los regalos - que podía ser de vajilla de oro o de plata, joyas o dinero - se exponían luego en aparadores o mesas de caballete para que todo el mundo los contemplase. Mas tarde los secretarios reales tomaban nota de cada uno de ellos antes de guardarlos. Los señores más poderosos del reino competían unos con otros por ofrecer los obsequios más valiosos o novedosos: el cardenal Wolsey regalaba siempre a su señor una copa de oro que valía 100 libras (30 mil libras actuales) . A su vez, Enrique obsequiaba copas y cuencos con la cifra real grabada, cada uno de ellos de acuerdo con el rango de quien lo recibía, a todas las personas de la corte, incluso a los miembros más humildes de la casa.


Enrique VIII y Cardenal Wolsey


Bibliografía:


Weir, Alison: Enrique VIII el rey y la corte, Círculo de Lectores, Barcelona, 2004.


Aprovecho la ocasión para desearos a todos una Feliz Navidad y un excelente año 2010. Muchísimas gracias por acompañarme durante mi andura por la corte renacentista y espero veros muy pronto el próximo año. Ya sabéis que el mejor regalo que me podéis hacer en Navidad son vuestras visitas y comentarios.

besos,

Lady Caroline
LOS LÍOS DE LA CORTE





15 comentarios:

Diana de Méridor dijo...

Igualmente, madame.
Felices fiestas.
Muy hermosa decoracion navideña con la que ha vestido el blog, y sumamente oportuna e interesante esta entrada sobre la navidad en la corte de los tudor. No podiamos por menos de hacer un alto y participar de la fiesta.

Bisous

NN dijo...

Excelente entrada, gracias por tan buenas entradas,

Feliz navidad¡

Lady Caroline dijo...

Gracias a usted Madame, ya ve que me he dejado cautivar por el ambiente navideño...los Tudor también merecen ser partícipes de la fiesta!

Que tenga muy felices fiestas.

Besos

Lady Caroline dijo...

NN: Muchísimas gracias por tus visitas a lo largo del año, te deseo una Feliz Navidad.

Un gran saludo.

Ccasconm dijo...

Espero que pase unas felices fiestas y una buena entrada de año 2010, a la manera contemporánea por supuesto y si puede ser, jejej.

Un besazo

Anónimo dijo...

No podía ser más apropiada la entrada que nos habeis puesto hoy. Me ha encantado leerla, creo que será un tema muy bonito para próximas ediciones del TCF, no os parece???

FELIZ NAVIDAD a vos tb Lady Caroline, y por supuesto que seguiremos viendonos el año que viene

Un beso muy fuerte

Negrevernis dijo...

Muy interesante la entrada, madame.
Le deseo unos días de descanso, familia y bonitas andaduras por la red.
Feliz noche.

Menta Ligera dijo...

Estoy leyendo la "autobiografia" de Enrique VIII, escrita por Margaret George. Son fantasticas las descripciones que hace de los festejos navideños, inclusive cuenta al detalle una Navidad en la que Enrique VII regala a su primogenito Arturo una capa para usar el dia de su matrimonio con la princesa Catalina y a Enrique VIII un "libro de horas", pues desde la cuna estaba destinado a ser religioso. Las vueltas del destino... ¿no?
Muchas felicidades, estoy fascinada con las publicaciones!

Lady Caroline dijo...

Carmen Béjar: Lo mismo te deseo a ti, que pases una Navidad muy feliz junto a los tuyos y un 2010 lleno de éxito.


María Tudor: Muchas gracias, la verdad es que se me pasó por la cabeza introducir el juego del Rey o la Reina del Guisante, parece interesante para recrearlo en el banquete!!¡Igualmente Feliz Navidad y un Próspero Año Nuevo con mucho éxito!

Negrevernis: Gracias, los mismo te deseo y que pases una Feliz Navidad y Próspero Año 2010.

Menta Ligera: Muchísimas gracias por la recomendación, no conocía el libro de Margaret George, lo apuntaré para mi biblioteca. Enrique VIII en un principio al ser el segundo hijo estaba destinado a los oficios de la inglesia. Con la muerte prematura de Arturo su destino dió un enorme giro.Te deseo una Feliz Navidad y mucho éxito en 2010!

Besos a todas

Belén Peralta dijo...

Es una entrada superinteresante, como todo tu blog. Es precioso de principio a fin, y ahora con la decoración navideña te ha quedado genial. Qué curioso el antecedente del riquísimo roscón de Reyes... Preciosa entrada.

Feliz Navidad, Lady Caroline.

Belén.

Lady Caroline dijo...

Guinda de Plata: Muchísimas gracias, es muy grato oir eso aunque todavía queda bastante por mejorar.

Que pases un espléndido día de Navidad.

Besos

(`·.·•мαяgун•·.·´) dijo...

Perdón por no haber podido contestar antes, muy curiosa la entrada al menos ya tenemos una idea de cómo celebraban la Navidad ahora nos toca a nosotr@s

Felices Fiestas =D

Besotes!

Lady Caroline dijo...

Yo digo lo mismo, siento no haberte contestado antes Margot, es que ultimamente me estoy preparando para los exámenes y ahora mismo no dispongo de mucho tiempo para el blog.

¡¡Que los pases muy bien hoy en Noche Vieja y un Año Nuevo lleno de triunfos!!

Besos

Erendis dijo...

¡Feliz año nuevo guapa! me ha encantado al entrada, había leido ya algo sobre esto pues en el libro de Elizabeth de David Starkey comentan como eran las navidades en el reinado de Eduardo y obviamente eran iguales prácticamente, pero me ha encantado. Además quería comentarte que, de la foto que tienes de las muñequitas de ENrique tengo la verde! la de Ana! qu eme la compré en Hampton Court (no pude resistirme xD) me ha hecho mucha gracia verlas ahí jejeje :P

un beso guapa y disfruta de lo que queda de las fiestas!

Lady Caroline dijo...

Erendis:Muchas gracias! Feliz Año Nuevo para tí también!¡¡Bienvenida!! Que tal te fue todo por Londres?

Elizabeth de David Starkey está muy bien, expone detalles muy interesantes de los primeros años de Elizabeth, es muy recomendable. Lo voy leyendo poco a poco, ahora mismo me he parado por la página 95!

Son una monada los muñequitos de Hampton Court, a ver si un día consigo uno! Lo gracioso es que sirven para adornar el árbol de Navidad!

Besos