A Francisco I le encantaba reunirse con su Petit Bande, un grupo de jovenes cortesanos vivarachos y alegres. Con ellos se aventuraba a todo tipo de travesuras y juegos, sin embargo Françoise no formaba parte "oficial" de este grupo, su personalidad y hasta su posición la situaban por encima , pero acostumbraba estar presente en sus entretenimientos y diversiones. Una de éstas casi le cuesta la vida al rey de Francia.
Era el invierno de 1520-21 la corte se hallaba en Romorantin, prácticamente aislada por la nieve, por lo que no es de extrañar que se jugara con ella. En una noche profundamente oscura, el rey y sus inseparables amigos se tiraban bolas con todo el entusiasmo de que eran capaces, en la excitación del juego, alguién no se le ocurrió mejor idea que iluminar el campo de batalla arrojando, a falta de bengala, una antorcha encendida. Que fue a parar nada más y nada menos, que a la frente de Francisco.
La herida era grave y se llegó a temer por la vida del monarca. Excepto a él mismo, todos en el palacio estaban enojados por lo ocurrido, y más que todos, Luisa de Saboya, la austera madre de Francisco. Rogaba que los culpables recibieran su merecido. Se refería a quién había lanzado la antorcha, pero también al resto de la pandilla implicada en los hechos. Parece ser que la reina madre incluía entre estos cómplices a Françoise, con quién sostenía una recelosa relación.
Luisa de Saboya
Las furias de Luisa eran siempre temidas, y en esa ocasión estaba más furiosa que nunca, así que Françoise optó por abandonar la corte y retirarse en su castillo de Châteaubriant. Allí volvería a encontrarse con su desdichado marido. Poco tiempo después de su regreso murió su única hija, Anne, el 12 de abril de 1521. Ante el tremendo dolor de tal pérdida, el matrimonio acabó uniéndose nuevamente, compartiendo sus desconsoladas lágrimas.
Felizmente para Francia y, en general, para todos, Francisco I sanó sus heridas y lo primero que hizo al montar a caballo no fue galopar hacia los enemigos del país sino hacia el castillo de su amante.
Francisco I, pintura de François Clouet (1540)
A pesar del mal carácter de su esposo, Jean de Laval, éste recibió a su soberano como correspondía a su rango. El destino volvería a pasar al conde una mala jugada, el rey se llevaría a Françoise nuevamente a la corte, pero antes colmaría a su marido de regalías.
Volviendo a la Petit Bande, el monarca ordenó expresamente que no se castigara a ninguno de ellos por el accidente. Entonces todo retomó a la normalidad y todos tan felices como siempre. Francisco era el que más contento se hallaba, con su recuperada amante oficial.
Pierre de Bourdeille, señor y abad de Brantôme (1540-1614), que pasó a los anales de la historia relatando todo tipo de líos y chismes cortesanos, afirma que por esos años Françoise, fiel a su rey, no a su esposo, en realidad no lo era tanto. Según él, concedía sus favores también a Bonnivet, íntimo amigo de Francisco.
Volviendo a la Petit Bande, el monarca ordenó expresamente que no se castigara a ninguno de ellos por el accidente. Entonces todo retomó a la normalidad y todos tan felices como siempre. Francisco era el que más contento se hallaba, con su recuperada amante oficial.
Pierre de Bourdeille, señor y abad de Brantôme (1540-1614), que pasó a los anales de la historia relatando todo tipo de líos y chismes cortesanos, afirma que por esos años Françoise, fiel a su rey, no a su esposo, en realidad no lo era tanto. Según él, concedía sus favores también a Bonnivet, íntimo amigo de Francisco.
Guillaume Gouffier, Señor de Bonnivet, retratado por Jean Clouet (1516)
Un cierto día, el rey llegó si anunciarse a los aposentos de la dama, encontrando a su puerta una criada que intentó detenerle. Apartándola de su camino, entró en la habitación para descubrir a Françoise compartiendo lecho con el apuesto Bonnivet. El monarca al presenciar la escena, en vez de sacar su espada y luchar contra su amigo infiel y recriminar su adúltera amante, prefirió hacer la vista gorda ante los hechos. Para cubrir la historia, Francisco inventó que había pillado a uno de su caballeros con una de sus sirvientas, repreendiendo al primero haberse deshonrado a sí mismo acostándose con una criada y a la segunda haber difamado el lecho de su amo. Y como era costumbre en esa libertina corte, todos tan felices.
Esta es simplemente una anécdota entre otras tantas que relató Brantôme, sin embargo nunca sabremos si fue un divertida invención o una curiosa verdad.
Bibliografía:
González Cremona, Juan Manuel: Amantes de los reyes de Francia, Editorial Planeta, Barcelona, 1996.
Un cierto día, el rey llegó si anunciarse a los aposentos de la dama, encontrando a su puerta una criada que intentó detenerle. Apartándola de su camino, entró en la habitación para descubrir a Françoise compartiendo lecho con el apuesto Bonnivet. El monarca al presenciar la escena, en vez de sacar su espada y luchar contra su amigo infiel y recriminar su adúltera amante, prefirió hacer la vista gorda ante los hechos. Para cubrir la historia, Francisco inventó que había pillado a uno de su caballeros con una de sus sirvientas, repreendiendo al primero haberse deshonrado a sí mismo acostándose con una criada y a la segunda haber difamado el lecho de su amo. Y como era costumbre en esa libertina corte, todos tan felices.
Esta es simplemente una anécdota entre otras tantas que relató Brantôme, sin embargo nunca sabremos si fue un divertida invención o una curiosa verdad.
Bibliografía:
González Cremona, Juan Manuel: Amantes de los reyes de Francia, Editorial Planeta, Barcelona, 1996.
11 comentarios:
Si es que esos caballeros eran como niños, fijese usted que juegos tenian.
Cree que seria cierto la relacion de ella con Bonnivet?
Recuerdo que tambien hay una anecdota parecida sobre Carlos II de Inglaterra al encontrar a una de sus amantes en el lecho con otro caballero. A eso se llama encajar los cuernos con elegancia!
Madame, puede usted visualizar bien mi pagina con el explorer? Resulta que yo la veo bien con Mozilla, pero con el explorer aparecen mezcladas mis dos ultimas entradas, no se por que.
Bisous
Uff, en aquella época la infidelidad era muy frecuente. Una historia digna de leer, Caroline.
Un abrazo.
Muy interesante tu blog. ENHORABUENA.
A bear hug.
La Dame Masqueé: Si Madame estos cortesanos jugaban con bromas muy pesadas, Francia casi se queda sin rey!
Sobre el idílio entre Françoise y Bonnivet, creo poco probable. Puede que haya sido un rumor para difamar la imagen de la condesa. Tened en cuenta que Brantôme nació años después que ocurrieron estos hechos, y seguro que con el paso del tiempo la historia pudo haber sido distorsionada! Es una pena Madame nunca lo podremos saber a ciencia cierta...
Ahora entraré a su blog a ver si puedo visualizarlo!
Besos
Rosalianm: Ya lo creo, la corte francesa se hizo conocida por sus constantes escarceos amorosos, todos allí gozaban de una amplia libertad!
Inquisitormurciano: Muchas gracias, sea bienvenido a mis líos cortesanos!
Besos
Muy interesante la entrada de hoy. Siempre logras atraer todami atención, eres toda una seductora escribiendo.
Saludos
Francisco soportaba todo: que le arrojaran antorchas, que su amada se fuera (tantos años y no supo nada de su hija en este tiempo????) que se amigara con el marido para luego irse nueament econ el.
En cuanto a la anecdota de encontrala in fraganti con otro supongo que deben haber inventado muchas para difamarla.
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Otro tema madame: por aqui ha causado mucho revuelo el encontrar un buque del 1700 sepultado debajo de unos 10 metros de tierra. Es un buque español, un mercante de bastante mala factura, de principios del siglo XVIII y que si bien en principio se lo catalogo como 'galeon' estos nunca llegaron por aqui; en el mejor de los casos con su quilla de unos 22 mts. es un bergantin (no se sabe cuantos mastiles tenia, a diferencia del sistema ingles, los palos no llegaban hasta el fondo del buque o quilla). Habra algun registro por España de un mercante perdido en el Rio de la Plata por esa epoca? Aqui, en esos tiempos no habia imprenta!!!! Como se que es de la primera mitad del siglo: los clavos son de hierro, no de cobre, como en la segunda mitad del siglo, ademas de cañones que solo podian disparar a nivel del mar.... Ya es casi una competencia a morir con los arqueologos oficiales y hasta los del National Geographic.
No me creo la anécdota un pelo. No creo que el orgulloso Francisco se quedara tan campante mientras su favorita y su amigo estaban riéndose de su orgullo real en la cama. Sólo por su linaje, Francisco hubiera sacado la espada allí mismo, ¿no crees?
Saludos
Madame estoy de acuerdo con Carmen Bejar aunque quizas puede que lo que le impidiera sacar la espada fuese el amor que sentia hacia Françoise
Besitos
José: Muchas gracias :)Vaya que halago!
Alyxandria: Da realmente la impresión que soportaba todo tipo de cosas, tal vez por no causar un escándalo mayor y no ponerse en evidencia, prefería hacer vista gorda a los acontecimientos! Pero no creo que no hiciera nada al respecto viendo que le ponían los cuernos tan descaradamente!
Algún castigo les caería encima!
Muy curiosa la historia del buque que me expone! La verdad es que la desconocia. Intentaré averiguar algo al respecto.
Carmen: Veo casi imposible que Francisco se quedara de brazos cruzados mientras se convertía en un "real cornudo". Tramaría seguro alguna venganza contra ellos! Puede que no fuera más que un chisme creado por Brantôme!
Gema: Podría ser,pero nunca sabremos su verdadero carácter ni sus sinceros sentimientos. De todas formas creo que se enfrentaría a Bonnivet de alguna forma, o le mandaría a la carcel o lo ejecutaria por traición al rey!
Besos y gracias a todos por los comentarios!
Caroline
Vaya, ¡Qué modernos eran! De todas formas no sé yo si creer lo de Bonnivet. Al fin y al cabo había que tener valor para serle infiel nada menos que al rey de Francia :)
Un besito!
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