lunes, 13 de abril de 2009

Juana I de Castilla "Loca de amor": 4ª Parte



La coronación de Felipe el Hermoso como monarca de Castilla ocurrió el 07 de septiembre de 1506. Días de triunfo, de brillo cortesano, de celebración de la victoria sobre Fernando el católico. El nuevo Rey eran un joven de veintiocho años, tenía a su merced a la reina Juana y a su favor lo más ilustre la nobleza y del clero castellanos. Parecía que todo iba bien encauzado, se presagiaba un largo reinado y un futuro próspero para Castilla.

Inesperadamente todos aquellos gloriosos planes se vinieron abajo.En los primeros días del mes de septiembre de 1506 don Felipe jugaba un partido de pelota con sus más allegados en Burgos. Después de practicar deporte, bebió agua helada, por lo que al día siguiente se sintió con fiebre. Y ante esa trágica notícia, ante esa enfermedad inesperada, Juana nuevamente se monstró como una mujer de carácter, capaz de afrontar lo irremediable:" Mientras estuvo enfermo(Felipe), la Reina no se separó de su lado. Presa de profundo dolor, no derramó jamás ni una sóla lágrima."

La constancia de Juana era admirable.A pesar de su inestabilidad emocional, mientras su marido estuvo enfermo su comportamiento no pudo ser más ejemplar. Según un cronista flamenco, testigo de aquellas dolorosas jornadas, describe así a la joven de veintiséis años: "Apenas si mostró - nos dice - semblante de duelo en la hora de su muerte, ni tampoco lo hizo durante su enfermedad; pero estaba continuamente a su lado, dándole de beber y de comer ella misma, a pesar de estar embarazada, y ni de día ni de noche le abandonaba. Y con la pena y el trabajo que se tomaba al hacer eso, los que había alrededor temían que a ella y a su fruto no les pasase algo malo".

Felipe nunca se curó y el día 25 de septiembre de 1506 fallecía, especulándose que pudo haber sido envenenado, lo que no se pudo probar. Los rumores sobre la locura de Juana no hacían más que aumentar. Sólo habían transcurrido dieciocho días desde la entrada del joven monarca en Burgos.Jamás había tenido lugar un reinado tan breve. Pero cuando al fin pierde a su esposo, no existía más un objetivo por el que luchar, entra ya definitivamente en un estado depresivo agudo, al que sin duda era propicia por su naturaleza. Y ya nada le importará, ni la familia, ni siquiera los hijos, salvo aquel bebe que llevaba en las entrañas, ni los problemas de Estado, ni su mismo cuerpo.

El archiduque de Austria sería enterrado en un principio en la Cartuja de Miraflores. Y Juana estaba de acuerdo con la decisión. Pero de repente, recordando el deseo de Felipe de ser enterrado en Granada, ordenó que fuera desenterrado y sacado de la Cartuja. Todo ello en pleno invierno. En ese momento Juana no dudó en trasladar el cuerpo de su esposo, desde Burgos hasta Granada(excepto su corazón que deseaba que se mandase a Bruselas, como así se hizo).

Ahora es cuando nos deparamos con su famosa leyenda.Pese a que sus ministros intentaron hacerle cambiar de opinión, Juana quería seguir adelante con su promesa, sin importar las adversidades.



La Demencia de Doña Juana (1867), de Lorenzo Vallés. Museo del Prado (Madrid).

Bibliografía:

Fernández Álvarez, Manuel: Juana la Loca, La Cautiva de Tordesillas, Espasa-Calpe, Madrid, 2001.

http://es.wikipedia.org/wiki/Juana_I_de_Castilla

http://www.artehistoria.jcyl.es/historia/personajes/5671.htm

9 comentarios:

El Bosque Olvidado dijo...

Por cierto,madame, que hay una encantadora novela de Catherine Hermary-Vieille, "Loca de Amor", en la que se expone una audaz teoría sobre la muerte de Felipe.
No le doy credito, creo que es solo un supuesto novelesco, pero de cualquier forma la novela es una preciosidad.
Me pregunto si la ha leido.

Bisous

Diana de Méridor

Lady Caroline dijo...

Hola Diana:
Sí que me han hablado de este novela, no veo la hora de tener el libro entre mis manos. Según lo expone Madame, el argumento parece bastante polémico. Estoy casi segura que me encantará.

Besos,

Caroline

Melibea dijo...

¡Hola!

Me he leído recientemente una novela sobre finales del XV que te puede interesar, pues se retrata la sociedad y la historia de esa época en la ciudad de Salamanca. Se llama el Manuscrito de piedra de Luis García Jambrina. Te la recomiendo, pues, además de intriga, seguro que te ofrece información sobre los Reye Católicos y sus hijos.

Un abrazo.

Ccasconm dijo...

Parece ser que la demencia de Juana le venía de su abuela Isabel de Portugal, pero por los acontecimientos que vinieron después, la llegada de su hijo al poder, siempre me he preguntado si la locura de Juana sería real o un subterfugio para arrebatarle la corona.
Que quisiese llevar el cadáver de su marido a Granada en aquélla época no era nada novedoso. Carlos I trasladó el de su mujer Isabel de Portugal desde Toledo a Granada y Felipe II mandó desenterrar los de todos sus parientes para llevarlos al minasterio de El Escorial. O todos estaban locos o era una práctica corriente.
Saludos

Grillo dijo...

Vaya movida!
Bueno, me pasaba para decirte que me he cambiado de blog pero el contenido sigue siendo parecido. Sólo me queda actualizar mucho y poner un fondo bonito. Pero te espero por allí.
http://intentandosobreviviralaeso.blogspot.com

Lady Caroline dijo...

Melibea: Parece interesante la novela que me menciona, una forma de adentrarse un poco más en la vida de los reyes católicos. La verdad es que desconocía este libro, gracias por la recomendación.

Carmen: Como ya he dicho en otras ocasiones, creo que Juana fue un instrumento en manos de su padre y de su marido e hijo.Su familia en realidad no hacia ningún esfuerzo para ayudarla superar su desequilibrio emocional. No les interesaba que la corona fuera a para en sus manos. En una pena que la mantuvieran en ese eterno encierro.
Lo de desenterrar a los muertos reales es una práctica de los más tenebrosa, creo que sí podría ser una costumbre, gracias por la información.


Adolescente soñadora: Gracias por tu agradable visita. Hoy mismo iré a conocer tu nuevo blog.

Besos,

Caroline

Isabel Barceló Chico dijo...

El año pasado estuve en Tordesillas, y allí me encontré con que se habla de la reina Dª Juana con un afecto y un respeto que, en mi opinión, no es demasiado común entre los españoles, que hemos aprendido a llamarla "la Loca". Creo que ella siempre tuvo sus partidarios y que ese afecto ha llegado hasta nuestros días. No conozco tanto su figura como para pronunciarme, pero parece que su trastorno mental, si hubiera sido mejor tratado y llevado, habría resultado más leve y más llevadero para ella y para su entorno. No es difícil imaginar que los varones de su familia se aprovecharan de ello para imponerse. Incluído el hijo. Saludos cordiales.

Alyxandria Faderland dijo...

No quiero imaginarme los tratamientos antidepresivos de aquella epoca; y ademas sola como barco a la deriva, sin ninguna guia, y rodeada de tiburones que solo querian destrozarla para quedarse con lo suyo. Tanta fuerza de voluntad no es propia de un enfermo mental, y en su epoca haubia quienes decian que de loca no tenia nada; depresiva es otra cosa.

Lady Caroline dijo...

Isabel Romana: Aún no conozco Tordesillas, la verdad es que me intriga mucho visitar ese sitio en el cual estuvo atrapada la mayor parte de su vida.

Alyxandria: Tienes razón, puede que su "supuesta" locura fuera solo una tapadera. Sus parientes querían mantenerla alejada de todo tipo de contacto con el mundo exterior. Existen teorías que afirman que era esquizofrenica, otros simplemente que padecía una depresión aguda.

Besos,

Caroline