El género de la mascarada es de origen italiano. Llegó a Inglaterra en el reinado de Enrique VIII y se conservó con escasas variantes hasta el cierre de los teatros, al estallar la Guerra Civil entre el Parlamento y la Corona en 1642. Después de la muerte de la reina Elizabeth en 1603, Jacobo I (1566-1625) y Ana de Dinamarca (1574-1619) ascendieran al trono de Inglaterra e instauraron la mascarada como el entretenimiento cortesano por excelencia, elevando la recién llegada dinastía Estuardo como la personificación de la perfección.
¿Qué es una mascarada?
La mascarada fue un espectáculo exclusivamente cortesano en el que destacaban la coreografía, vinculado en torno a una alegoría de la relación entre el soberano y sus súbditos o de un éxito político o algún acontecimiento relevante para la monarquía o alguno de sus miembros. En este tipo de eventos se vislumbraban fastuosos despliegues de efectos especiales y la inclusión de la música, danzas, cantos, buscando un impacto sensorial que prevalecía indudablemente sobre el lenguaje. Se escribian por encargo de la corte con ocasión de algún festejo o una celebración específica y su intención primordial era la de alabar las conquistas y los logros de su monarca.
El propósito de la mascarada tenía como finalidad la presentación del triunfo de una virtud, por oposición al mundo de la realidad, con los cortesanos como actores y representantes de un universo ideal, inexistente, que se proponía como modelo a alcanzar. La ironía residía en el doble juego de la fantasía y realidad. Dos mundos conviven en la mascarada, el virtuoso de lo que se representa y el corrupto entorno de la corte.
Bibliografía:
Concha Muñoz, Ángeles de la; Elices Agudo, Juan Francisco; Zamorano Rueda, Ana Isabel. Literatura inglesa hasta el siglo XVII. Madrid: editorial UNED, 2009.
Greenblatt, Stephen. The Norton Anthology of English Literature Vol. 1 - The Middle Ages through the Restoration and the Eighteenth Century. W. W. Norton & Company Inc., 2006.
Retrato del rey Jacobo I de Inglaterra y VI de Escocia
¿Qué es una mascarada?
La mascarada fue un espectáculo exclusivamente cortesano en el que destacaban la coreografía, vinculado en torno a una alegoría de la relación entre el soberano y sus súbditos o de un éxito político o algún acontecimiento relevante para la monarquía o alguno de sus miembros. En este tipo de eventos se vislumbraban fastuosos despliegues de efectos especiales y la inclusión de la música, danzas, cantos, buscando un impacto sensorial que prevalecía indudablemente sobre el lenguaje. Se escribian por encargo de la corte con ocasión de algún festejo o una celebración específica y su intención primordial era la de alabar las conquistas y los logros de su monarca.
La celebración empezaba cuando los miembros de la obra entraban al salón del festejo acompañados de músicos y de pajes con antorchas. Como ya hemos mencionado, el espectáculo incluía danzas, cantos, y pasajes poéticos recitados, éstos a cargo ya de actores profesionales. Culminaba con la invitación a los espectadores presentes a unirse al baile, y el espectáculo concluía con un banquete.
Los responsables por esa notable celebración y muchas otras más fueron Ben Jonson, uno de los autores más prolíficos del género, e Inigo Jones. Jonson escribía las obras y Jones diseñaba los decorados, los disfraces y los efectos especiales. Cabe destacar trabajaron juntos más de veinte años en los cuales la rivalidad entre ambos se hacía cada vez más intensa.
Asimismo, llama bastante la atención que permitieran a las mujeres participar en esa clase de eventos; en el teatro, por ejemplo, su presencia era inconcebible. De hecho, la reina Ana, esposa de Jacobo I, ejerció una papel fundamental planeando los espectáculos y encarnado a diversos personajes junto algunas de sus damas. Normalmente se representaban una única vez, la mayoría de la veces el día de la Epifanía, es decir, el 06 de enero, Día de Reyes. Sin embargo, eventualmente también solían escenificarse durante alguna boda o celebración especial.
En la festividad de la Epifanía en 1605 se representó The Masque of Blackness en el palacio de Whitehall. La reina y sus damas aparecían exóticamente disfrazadas de africanas, con los rostros pintados de negro. El tema de la representación no era otro que el anhelo de las princesas africanas de convertir el color negro de su piel por la blancura que sólo podrían lograr en Britannia bajo los benéficos rayos del sol que la envolvía. Esta mascarada reivindicaba la superioridad cultural de los ingleses sobre los pueblos no europeos y celebraba además el poder patriarcal del rey Jacobo, el "Rey Sol" de Britania, quién se le había concedido la potestad de convertir la tez negra de las damas en blanca. Tres años después se representaría una secuela, The Masque of Beauty, en la cual las cortesanas ya se habían liberado del color negro de su piel.
Los responsables por esa notable celebración y muchas otras más fueron Ben Jonson, uno de los autores más prolíficos del género, e Inigo Jones. Jonson escribía las obras y Jones diseñaba los decorados, los disfraces y los efectos especiales. Cabe destacar trabajaron juntos más de veinte años en los cuales la rivalidad entre ambos se hacía cada vez más intensa.
Asimismo, llama bastante la atención que permitieran a las mujeres participar en esa clase de eventos; en el teatro, por ejemplo, su presencia era inconcebible. De hecho, la reina Ana, esposa de Jacobo I, ejerció una papel fundamental planeando los espectáculos y encarnado a diversos personajes junto algunas de sus damas. Normalmente se representaban una única vez, la mayoría de la veces el día de la Epifanía, es decir, el 06 de enero, Día de Reyes. Sin embargo, eventualmente también solían escenificarse durante alguna boda o celebración especial.
"The Mask of Blackness"
En la festividad de la Epifanía en 1605 se representó The Masque of Blackness en el palacio de Whitehall. La reina y sus damas aparecían exóticamente disfrazadas de africanas, con los rostros pintados de negro. El tema de la representación no era otro que el anhelo de las princesas africanas de convertir el color negro de su piel por la blancura que sólo podrían lograr en Britannia bajo los benéficos rayos del sol que la envolvía. Esta mascarada reivindicaba la superioridad cultural de los ingleses sobre los pueblos no europeos y celebraba además el poder patriarcal del rey Jacobo, el "Rey Sol" de Britania, quién se le había concedido la potestad de convertir la tez negra de las damas en blanca. Tres años después se representaría una secuela, The Masque of Beauty, en la cual las cortesanas ya se habían liberado del color negro de su piel.
Daughter of Niger, personaje "The Masque of Blackness"
Interior del Banqueting House, Whitehall, obra de Inigo Jones, donde se llevaron a cabo muchas de las Mascaradas.
El propósito de la mascarada tenía como finalidad la presentación del triunfo de una virtud, por oposición al mundo de la realidad, con los cortesanos como actores y representantes de un universo ideal, inexistente, que se proponía como modelo a alcanzar. La ironía residía en el doble juego de la fantasía y realidad. Dos mundos conviven en la mascarada, el virtuoso de lo que se representa y el corrupto entorno de la corte.
Bibliografía:
Concha Muñoz, Ángeles de la; Elices Agudo, Juan Francisco; Zamorano Rueda, Ana Isabel. Literatura inglesa hasta el siglo XVII. Madrid: editorial UNED, 2009.
Greenblatt, Stephen. The Norton Anthology of English Literature Vol. 1 - The Middle Ages through the Restoration and the Eighteenth Century. W. W. Norton & Company Inc., 2006.
9 comentarios:
Madame, una entrada muy interesante la que nos trae hoy...Jacobo fue un rey bastante culto y bueno para su pueblo a pesar de ser tachado de hispanófilo por aliarse con Felipe III y firmar el tratado de Londres de 1604...además como dice todas estas mascaradas permitían legalizar ante los ojos del pueblo a la nueva dinastía de los Estuardo...
...espero poder yo también tratar un día el tema para la corte de los Austrias.
Saludos.
Lady Caroline, No sabia nada del tema, me ha parecido muy interesante, gracias por la información.
Besos, hasta pronto.
Pero que entrada más magnífica. Me encanta informarme ampliamente sobre las mascaradas que se representaban en la Corte. Tenían que ser espectáculos maravillosos, dignos de ser presenciados. No cerramos la posibilidad a recrear alguno en la Corte de la Rosa, creo que sería un evento original y estupendo para los que participáramos de él
Besoosss
Que bien y ameno nos has contado como se representaban las mascaradas.
Todo un montaje de profesionales para la diverción de unos pocos .
Besos desde Málaga.
Carlos II: Gracias, Monsieur. La intención de Jacobo I era indirectamente a través de las Mascaradas afianzar los Estuardo en el poder.Al igual que la anterior reina Elizabeth I, deseaba elevar su persona a los estándares más altos, como padre de la nación, aparentando ser algo casi divino.Me gustaría leer en un futuro un artículo sobre las mascaradas de los Austrias, sería inmesamente interesante. Saludos
Magamerlin: De nada. Gracias a tí por la visita. Besos
María Tudor: ¡Muchas gracias!Debía ser un evento fastuoso de lo más, algo realmente impresionante y grandioso.Sería una propuesta interesante si lo recrearamos algún día en la Corte de la Rosa. Podríamos adquirir alguna obra de Ben Jonson en español e intentar representarla. Besos
Annick: Gracias. Jonson y Jones fueron unos auténticos artistas, poseedores de un ingenio e creatividad dignos de admiración. Besos
Por "mascarada" siempre pensé en una fiesta antecedente del moderno carnaval, pero propia de la nobleza, con bailes y una buena cena. Veo que la palabra implicaba mucho más: funciones teatrales, lectura de poemas, música,etc. Seguro que los expertos en organizarlas eran verdaderos artistas de los eventos sociales, al estilo de la película "Vatel".
Un saludo
Que buena entrada Mme, no sabía eso de las mascaradas, pensé que esas fiestas eran inventos de Hollowood. La felicito por la información!!!
Madame,
muy interesante esta recreación. La de intrigas políticas que se harían entre bambalinas...
Feliz noche.
Discupen la tardanza en contestar a vuestros mensajes, he tenido el ordernador averiado durante algunos días.
Carmen:Sí, era una magnífica puesta en escena, donde creatividad y los efectos especiales brillaban en todo su esplendor. Saludos
Dubois: Si Milord, la tradición de las mascaradas se remonta a mucho tiempo atrás.¡Los cortesanos sí sabían divertirse. Saludos y gracias.
Negrevernis: La celebración de una Mascarada sería un momento ideal para urdir muchas conspiraciones. Entre el bulicio de los cortesanos y la parafernalia del evento, podrían hablar del ciertos asuntos sin seren advertidos. Saludos
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