
Los matrimonios eran concertados por razones políticas, para cimentar alianzas, unir riquezas, por tierras, status y para forjar lazos entre las dos familias. La idea de casarse por amor era considerada absurda y extraña.
Las bodas reales eran contratadas en vistas de las ventajas políticas, militares y comerciales. A veces sucedía que la pareja jamás se había visto hasta el mismo día de contraer matrimonio.
Los monarcas concertaban matrimonios con princesas de otras naciones para engrandecer sus poderes. Pero no siempre predominaban los intereses, a veces el amor rompía barreras. En el caso de Eduardo IV casado con Elizabeth Woodville, una plebeya, por amor, el escándalo se propagó por toda Europa. Ya cuando su nieto Enrique VIII contrajo matrimonio con cuatro mujeres que no eran de sangre real, semejante hecho pasó casi desapercibido. Lo que llamó más la atención es que Enrique se casó con la mayor parte de sus esposas por amor, totalmente fuera de las normas. Se podría decir, que de cierta forma había razones políticas en medio de tales uniones. Dentro de la corte existían diversas facciones que intentaban beneficiarse a través de los matrimonios de su monarca.
En la mayoria de los casos, debido a la gran distancia que los separaba, era imposible conocerse antes de casarse. Los reyes tenían que basarse en las descripciones de los embajadores y retratos pintados. A veces les causaba alguna que otra desilusión, como es el conocido caso de Ana de Clèves, 4ª esposa de Enrique VIII. Cuando el monarca vió su retrato le encantó, pero al conocerla en persona no fue de su agrado.
No existía una edad legal para los esponsales. El matrimonio entre niños no era algo desconocido. Fue el caso de Ricardo de Shrewsbury, duque de York (hijo de Eduardo IV) que a la corta edad de 4 años se casó con Ana de Mowbray de cinco.La edad habitual era catorce años. Nadie cuestionaba la procreción en tan temprana edad, ya que las expectativas de vida de una mujer en aquellos tiempos era alrededor de treinta años.
Matrimonios reales entre dos países fueron llamados precontratos y los términos y condiciones eran establecidos en un tratado formal. Los precontratos para el resto de la nobleza podrían ser escritos o verbales y ante testigos.La dote solía ser siempre lo más relevante. Podrían ser tierras, dinero, joyas, artículos de uso doméstico, o una combinación de todos ellos.El precontrato contenía una cláusula que anunciaba los términos y derechos de la novia, la cantidad resuelta por su marido o su padre para los gastos de subsistencia en caso de viudez.
La probabilidades de un buen matrimonio para una mujer dependía más de la riqueza y la posición social de su familia que en su belleza o logros (aunque tener digna apariencia y un comportamiento agradable nunca dejaban de ayudar!!).
Fuentes Bibliográficas:
tudors.crispen.org/tudor_women/
Fraser, Antonia: Las seis esposas de Enrique VIII, Ediciones B (Grupo Zeta), Barcelona, 2007.

Queen Elizabeth I of England, the daughter of King Henry VIII and his second wife, Anne Boleyn. Henry had Anne executed, after dissolving their marriage, charging her with infidelity (and more). Elizabeth ruled in her own right, after the death of her sister, Mary. Her motto was "Always the Same."
Anne Boleyn, daughter of the would-be powerful Boleyn family, was the sister of a mistress of King Henry VIII. But rather than become the king's mistress, Anne held out for the higher prize: marriage. But, when she could not deliver a son, Henry's advisors either discovered or, possibly, dredged up, evidence that Anne had been unfaithful. The marriage was annulled, and Anne quite literally lost her head. Anne Boleyn was survived by her young daughter, who eventually came to the throne in her own right as Queen Elizabeth I. Anne Boleyn's motto was "The Most Happy."
Mary, Queen of Scots, was first betrothed to the Dauphin of France, who died shortly after their marriage and his ascension to the throne. She returned to Scotland, where her mother had been regent for her, and assumed the throne. But her short reign was troubled: Catholics versus Protestants struggling for the throne, and a pretty messy love life: her second husband was murdered, and then she was kidnapped by and married the man widely blamed for the murder. Mary was a cousin of Queen Elizabeth I of England, and she was assumed by many to be next in line for the crown. Thus, she was a threat to Queen Elizabeth, who eventually had her executed. Mary's motto was "In My End Is My Beginning."
Catherine of Aragon was the daughter of Queen Isabella I of Spain and her husband and co-ruler, King Ferdinand. Promised in marriage to the heir to the Tudor throne, prince Arthur, she married Arthur's brother Henry after Arthur died. Her failure to have sons meant Henry looked elsewhere for a wife. He broke from the Church of Rome in order to end his marriage to Catherine, who continued her own devotion to Catholicism and passed that commitment on to her daughter, the future Queen Mary I ("Bloody Mary"). Her motto was "Humble and Loyal."

