sábado, 2 de mayo de 2009

Juana I de Castilla, "Loca de Amor": Quinta Parte


Doña Juana la Loca (1877), de Francisco Pradilla y Ortiz. Museo del Prado (Madrid).


A partir de ahora nos deparamos con la leyenda de Doña Juana, la reina que transtornada por la muerte de su marido, no consienten en que lo entierren, y obliga a transportar su cadáver de pueblo en pueblo, cabalgando por las noches del gélido invierno castellano.

La reina Juana no se separará ni un momento del féretro, y este traslado se prolongará durante ocho fríos meses por los campos de la meseta. Acompañan al ataúd gran número de personas entre las que hay religiosos, nobles, damas de compañía, soldados y sirvientes diversos que, cual procesión sirve ésta para que las murmuraciones sobre la locura de la reina aumenten cada día entre los habitantes de los pueblos que atraviesan. Aquellas largas jornadas nocturnas tan exhaustivas eran un expectáculo de lo más macabro.Dicen que la infanta española se negaba a pernoctar en coventos y no permitía que ninguna dama contemplara el cadáver de su esposo. Sus celos no se detenían ni ante la barrera de la muerte.

Finalmente en Torquemada (Palencia), y forzada por el avanzado estado de su gestación, Juana no pudo más. Y allí daría a luz, el 14 de enero de 1507, a una niña a la que le pondrían el nombre de Catalina, recordando así a su queridísima hermana pequeña. Catalina contraería años después matrimonio con Juan III de Portugal.


Díptico con los seis hijos de Juana I de Castilla. Compuesto en los Países Bajos hacía 1509. Museo de Santa Cruz de Toledo.

A fines de abril, pasada la cuarentena de su parto, Juana pone otra vez en marcha el fúnebre cortejo, pasando al cercano lugar de Hornillos. Sus consejeros le piden que vayan a lugares importantes, como podría ser Palencia. La reina se niega: afirma que ella es una mujer de un solo amor y su castidad le obligaba a buscar pueblos apartados y pequeños.

Pronto Fernando el Católico iría a su encuentro, Juana se translada de Hornillos a Tórtoles para recibirlo. El 29 de agosto de 1507 padre e hija se encontraron en Tórtoles y se abrazaron. De los dos el más emocionado parecía su progenitor. "No pudo contener las lágrimas", nos dice un testigo, mientras Juana mantuvo su impasibilidad habitual , indiferente a las buenas y malas notícias. Y en la largo entrevista que tuvieron, Fernando abordó el tema que más le interesaba: ¿Donde debía instalarse la Corte? Como reina que era, solo ella podía tomar esa decisión. Ahora es cuando observamos una maniobra de su padre, indirectamente invitaba que su hija dejara este dilema en sus manos: que fuera él quién decidiera, porque los hijos debían acatar las órdenes de los padres.

En principio, Fernando pensó en Santa María del Campo, lugar próximo a Burgos, permitiendo que la reina continuara transladándose con su tétrico cortejo. ¿Pero a quién se le ocurría a elegir Burgos? Precisamento donde un año antes Juana había visto morir a Felipe el Hermoso. Nadie consiguió que transpasara la ciudad de Arcos, donde permaneceria alli más de un año, cada vez más abandonada y desasistida, con un notorio empeoramiento de su estado. Su aspecto físico iba de mal en peor, ya no quería atender su cuerpo, como si fuera la cárcel que la encerraba en el mundo y que la apartaba de su marido: dormía en el suelo, no se cambiaba de ropa y no se lavaba.

Velando por la seguridad de Juana, Fernando el Católico decidió llevar a su hija au un lugar más seguro, donde estuviera más cómoda y respaldada. Tordesillas reunía tales condiciones. Estaba además más cercana a Valladolid, donde con mucha frecuencia habían instalado su Corte los Reyes Católicos.De ese modo, a mediados de febrero de 1509, y siempre acompañada del carro fúnebre de su difunto marido, Juana entraba en Tordesillas.

Bibliografía:

Fernández Álvarez, Manuel: Juana la Loca, La Cautiva de Tordesillas, Espasa-Calpe, Madrid, 2001.

http://es.wikipedia.org/wiki/Juana_I_de_Castilla

11 comentarios:

Diana de Méridor dijo...

Fijese, madame. Para que luego vengan con la teoria de que no estaba desequilibrada en realidad. Todo el mundo fue testigo de ese extravagante peregrinar y de sus locos celos que le inspiraba un hombre muerto.

Pobre mujer. Y tambien me da mucha lastima esa niña, Catalina, que tuvo una infancia tan triste, encerrada junto a su madre. Cuentan que arrojaba monedas por la ventana de la fortaleza para atraer a los niños del exterior y que fueran a jugar bajo su ventana.

Bisous, madame

Rosalía Navarro dijo...

Pasaba por aqui y he visita tu blog y me ha gustado tanto que deseo seguirlo.
Un abrazo

Atenea dijo...

Pobre Juana, ya veo la gran intensidad que cargaba esta mujer en su interior, porque para hacer semejante cosa (trasladar el cadaver de su marido a diversos pueblos) y el descuido hacia su persona ... lástima que haya vivido tan dominada por sus emociones.

Quedo a la espera de la continuación ;)

Un besito!

Catherine Heathcliff dijo...

Querida Catherine:

Una gran y verdadera lástima... ¡qué importante fue, pero qué grande y regia pudo haber sido!

Un beso,

Catherine Heathcliff.

Lady Caroline dijo...

Madame Minuet: Realmente asistir a ese peregrinaje fúnebre debía ser impactante. Era normal que el pueblo gritara "Loca" mientras andaba el cortejo. Pobre Juana si alguién hubiera estado a su lado, ayudandola hubiese sido posible sobrellevar mejor su transtorno mental. Bueno, no hay que olvidar que Felipe el Hermoso no fue el único noble que transportaron su féretro de un lado al otro. La reina Isabel de Portugal, esposa de Carlos V, también movieron su cadáver de Toledo a Granada.
El unico consuelo que tenía Doña Juana en su encierro en Tordesillas era su hija Catalina. Cuando la separaron de su lado, a Juana se le hundío el mundo.

Rosalianm: Bienvenida a "Los Lios de la Corte", gracias por tu visita.

Minerva: Las emociones de Juana siempre fueron muy intensas y su amor llevado a límites extremos.
Dió todo por su marido que nunca valoro su presencia a su lado.
La continuación de esta historia creo que estará lista para la semana que viene!

Catherine: Sin duda, mismo estando transtornada, con cuidado y atención podría haber sido una gran monarca para España!

Besos a todas,

Caroline

José Luis López Recio dijo...

Me fascina el personaje. Tuis fuentes son inmejorables.
Saludos

Lady Caroline dijo...

José: Muchas gracias, espero no defraudarle!

Descubre Irlanda: Pronto le haré una visita...

Saludos,

Caroline

El Bosque Olvidado dijo...

Gracias por esta historia!
Doña Juana es uno de mis más queridos personajes de la historia. Siento por ella un cariño especial.
Doña Guiomar de Ulloa

Lady Caroline dijo...

Doña Guiomar, no puedo negar que Juana de Castilla es también uno de mis personajes favoritos, junto con Ana Bolena claro! Me apasionan sus vidas!

Besos,

Caroline

Ccasconm dijo...

Desde luego la vida de Juana (mal llamada la Loca) fue apasionante: víctima de su propio marido, de su padre y de su hijo por arrabatarle el trono de Castilla y después el de Aragón, arrojaron sobre ella la acusación de desequilibrio mental. Buena jugada para mantenerla lejos y enclasutrada.
Pobre!!!
Saludos

Lady Caroline dijo...

Tienes razón carmen, la infeliz Juana puede que sufriera algún tipo de neurosis leve pero no tan grave como para haberla llamado "loca". Si la hubiera cuidado todo hubiese sido distinto! Nadie le dió una oportunidad!

Besos,

Caroline