lunes, 15 de noviembre de 2010

Los archiduques de Austria atraviesan Francia (1ª parte)


Juana es nombrada heredera

Tras decidir que Juana y su marido Felipe el Hermoso iban a ser sus sucesores, los Reyes Católicos, Fernando e Isabel, se apresuraron en llamar a los archiduques de Austria a España. A la infanta se le otorgaría el incuestionable título de heredera de los reinos de Castilla y Aragón. Pero antes de tomar tan ardua decisión, los monarcas e
spañoles tuvieron que sufrir una desgracia detrás de otra. La muerte de su único heredero varón, el príncipe Juan, a la edad de diecinueve años, fue un golpe muy duro, difícil de sobrellevar. Sin embargo, todavía los reyes tenían esperanzas que el retoño de la infanta Isabel, el príncipe Miguel de Portugal, pudiera sucederlos en el trono. Desgraciadamente, todo fue en vano, ya que el 20 de julio de 1500, a punto de cumplir dos años, falleció el niño.

La idea que Felipe el Hermoso gobernara sus reinos no agradaba mucho a los Reyes Católicos. No obstante, la ley sucesoria hacía Juana prince
sa y eso no se podía cambiar. El archiduque de Austria era un príncipe demasiado lejano y con intereses diversos en sus territorios patrimoniales, con frecuencia opuestos entre el legado borgoñón y los dominios de los Habsburgo que un día pasarían a sus manos, y que rara vez concordaban con las pretensiones de los hispanos. Mas existía algo más en su forma de actuar que enojaba a los españoles: su declarada tendencia francófila.

El pacto con el rey de Francia

Atribuido al Maestro de las Escenas de David en el Breviario Grimani, Libro de las horas de Juana de Castilla. Hacia 1500. Tinta sobre pergamino.


Convencido de la necesidad de mantener buenas relaciones con el país galo, Felipe el Hermoso decidió partir para España sin que el viaje provocara especiales recelos
en el rey de Francia. Al principio, pretendían emprender el largo recorrido por mar, aunque rápidamente accedió a la invitación de Luis XII de Francia, quien garantizaba el viaje a través de su territorio. La travesía sería mucho más lenta, pero más segura que exponerse a las adversidades de la mar. Además, no se quería ofender a los franceses con un rechazo que podría entenderse como un gesto hostil.

Luis XII empezaba a aplicar sus maniobras políticas. Había que darse prisa para promover un acuerdo con Maximiliano de Austria. Rápidamente, firmó un tratado de amistad con el padre de Felipe el Hermoso y quiso también atraer el archiduque para ratif
icar el acuerdo, no obstante, su propósito lógicamente también era debilitar a España. A mediados de septiembre de 1501, un enviado del monarca francés dio garantías de la buena marcha de la expedición a través de suelo galo, para lo que Luis XII ponía a entera disponsición de Felipe "cuatrocientas lanzas".


Luis XII de Francia

Aunque no todo fue un camino de rosas. Ir recorriendo los territorios franceses conllevaba quedarse a la merced del soberano galo y tardar semanas en alcanzar la frontera española, empleando un tiempo y un dinero desnecesarios. Por lo tanto, si tenemos en cuenta la parafernalia que acompañaba a los archiduques de Austria durante cada viaje que emprendían, nos daremos cuenta que los gastos era mucho mayores que en barco. Necesitaban una interminable caravana de carros y animales de carga para portar los enser
es y el séquito.

Asimismo, el aumentar las jornadas de camino crecía también la partida destinada a la manutención, con lo que el gasto de multiplicaba. No obstante, la rapidez, economía e independencia no fueron motivos suficientes para decantarse por la mar; ni siquiera influyeron los deseos de los Reyes Católicos, que les disgustaba profundamente que su heredera y su esposo estuvieran sometidos al rey de Francia.


Felipe el Hermoso


Una espléndida comitiva

Después de haber dejado a sus hijos, Leonor, Carlos y la recién nacida Isabel, en Malinas a cargo de Ana de Borgoña, señora de Ravestein, y de haber nombrado al conde de Nassau lugarteniente general y principal gobernador en su ausencia, el 4 de noviembre de 1501 Felipe el Hermoso partió de Bruselas al frente de una impresionante comitiva. La integraban sus principales: François de Busleyden, arzobispo de Besançon; Henri de Berghes, obispo de Cambrai y canciller de la Orden de Toisón de Oro; su hermano, Jean de Berghes, primer chamberlán; Jean de Luxemburgo, señor de Ville, segunda chambelán; y Philibert de Veyre entre otros.

Doña Juana también estaba rodeada de muchas personas preeminentes, entre las cuales no podrían faltar la poderosa Jeanne de Comines, dama de Halewijn, que encabezaba su séquito de "treinta a cuarenta" mujeres, todas del "país de monseñor el archiduque", a las que había que añadir a las españolas, de las cuales, aun siendo seguramente más, el cronista menciona a siete: María de Aragón, hija del condestable de Navarra; María Manrique, hija del señor de Bardizcar; María Manuel, hija de don Juan Manuel, Blanca Manrique, sobrina del duque de Nájera; Beatriz de Bobadilla, sobrina de la marquesa de Moya, y Aldara de Portugal, bisnieta del infante don Dinis de Portugal, damas que había ido con Doña Juana en 1496 y entonces emprendían el viaje de vuelta.



Extrato de la obra "La Virgen entre las Vírgenes " del pintor flamenco Gerard David. Hacía 1509


Continuará...


Bibliografía:

Zalama, Miguel Á. Juana I. Arte, poder y cultura en torno a una reina que no gobernó. Centro de Estudios Europa Hispánica, 2010.

http://www.carlosadeva.com/retratos%20y%20personajes.html

http://www.kimiko1.com/research-16th/TudorWomen/1500/index.html

11 comentarios:

Annick dijo...

Pensaba que Juana no había vuelto a ver a su madre viva , o fue Catalina .
Que lio me estoy haciendo !!

Besos desde Málaga.

Anónimo dijo...

Fue Catalina la que tras despedirse de su madre en Granada, para tomar el camino rumbo a Inglaterra, nunca más volvió a verla.

Juana no solo llevaría consigo una gran comitiva a Francia sino también su gran orgullo jeje. Estoy deseando leer la próxima entrada.

Un abrazo, feliz semana

Unknown dijo...

Hola!!
Me ha encantado esta primera parte del viaje de Juana y Felipe.
El segundo retrato que has puesto de Felipe el hermoso es de Tordesillas verdad? yo me compré el de Juana de Castilla, el pintor (el dueño de la tienda) hace un trabajo realmente excelente.

Un abrazo!!

Lady Caroline dijo...

Annick: Concuerdo con la opinión de Magnolia, efectivamente fue la infanta Catalina la que nunca más volvió a ver a su madre. Para ella fue un duro golpe separse así de su familia. Besos y gracias por venir.


Magnolia: Así fue, la infanta Catalina jamás volvió a ver a su familia. Tuvo que soportar siete largos años en Inglaterra siendo la viuda de Arturo, el príncipe de Gales, olvidada por su padre, Fernando el Católico, casi viviendo en la más absoluta pobreza para su rango.

En las próximas semanas veremos la continuación. De este vez, finalmente se producirá en ansiado encuentro entre Felipe el Hermoso y Luis XII. Gracias por la vista. Un abrazo

BeatrixRose: Gracias a ti, es un placer recibirte nuevamente por aquí! A respecto de retrato de Felipe el Hermoso que expongo en el artículo, lo obtuve de esta web: http://www.carlosadeva.com/index.html. Su obra es realmente asombrosa, me ha gustado muchísimo.

Un abrazo

lady grey dijo...

Exelente entrada Lady Caroline. Siempre me ha despertado un interés tremendo todo lo relacionado con Juana de Castilla.
Estoy ansiosa por leer la continuación de esta historia.
Besos y abrazos...

Lady Caroline dijo...

Lady Grey: Muchas gracias como siempre por visitarme, milady! Juana de Castilla siempre tendrá su presencia asegurada en este blog! Besos

Magamerlin dijo...

Lady, tengo ganas de saber como continua. Menudo sequito, no me extraña que le costara mantenerlos a todos.

Lady Caroline dijo...

En breve habrá una continuación, a principios de diciembre seguramente!

Saludos

Unknown dijo...

Hola estoy buscando mis antepasados que llegaron de Francia mi apellido es d'Halewyn

Unknown dijo...

Hola estoy buscando mis antepasados que llegaron de Francia mi apellido es d'Halewyn

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.