jueves, 11 de marzo de 2010

El amor cortés en el reinado de Enrique VIII


El culto a la caballería y al amor cortés, que imperaban en la vida de la corte de aquella época, frequentemente frenaban las pasiones que podían florecer en el ambiente sofocante de la corte. La lectura predilecta de los miembros de la nobleza eran las obras de caballería y los romances, que se habían extendido desde la invención de la imprenta.

El propio Enrique VIII aun siendo un típico príncipe del Renacimiento, estaba comprometido apasionandamente con los principios del código caballeresco medieval, y esperaba que sus cortesanos también lo estuvieran. Las leyendas del rey Arturo y los Caballeros de la Tabla Redonda le fascinaban, aunque hasta la Reforma no empleó su imaginaria ascendencia artúrica para justificar su definición de Inglaterra como imperio. La visión que Enrique tenía de sí mismo como caballero andante surtió un efecto profundo en su forma de tratar a las damas.

Desde el siglo XII, el arte del amor cortés había sido esencial para la interacción social entre los hombres y las mujeres de alta alcurnia. A un caballero le estaba permitido cortejar a una dama que acostumbraba a ser superior a él desde el punto de vista social y tal vez casada, en teoría inaccesible. En este complejo juego de galanteo, la dama era el ama y el caballero el fiel sirviente, sin embargo no existía ninguna relación física. El caballero llevaba el favor de la dama en el torneo, componía versos en su honor, le ofrecía obsequios infundados de significado simbólico o entablaba conversaciones llenas de ingeniosas insinuaciones.


Los juegos de palabras entre los amantes también eran muy populares en la corte de los Tudor, y cada miembro de la pareja adoptaba cifras compuestas por iniciales. Cuando Enrique VIII escribía apasionadas cartas de amor a Ana Bolena, a menudo remataba su misiva con un cifra, encerrando las iniciales de Ana en un corazón.



Los juegos cortesanos como, por ejemplo, la gallina ciega, el rescate, el volante y decir la buenaventura poseían un código oculto propio en el juego del amor cortés, al tiempo que el amor mismo era un asunto corriente en las diversiones, la poesía y las canciones de la corte; cada año en la víspera de San Valentín, todas las damas del palacio organizaban una rifa con el propósito de escoger pareja para el día siguiente y el elegido tenía que obsequiar a su dama con un regalo. El enamoramiento estaba de moda, no obstante quedaba muy lejos de las realidadades del mercado matrimonial.


Bibliografía:

Weir, Alison: Enrique VIII el rey y la corte, Círculo de Lectores, Barcelona, 2004.


Si deseáis profundizar más sobre este tema, les recomiendo que visitéis el blog de María Tudor. En este interesantísimo artículo María nos expone detalladamente las claves del amor cortés.

16 comentarios:

Diana de Méridor dijo...

encandora entrada la de hoy, madame. Un tema muy jugoso.
Bueno es recordar que no todo eran guerras.

Ayer intenté ver el texto, pero no me aparecia la pagina. Me alegra ver que ha resuelto el problema, sea el que fuera.

Feliz dia, madame

Bisous

Unknown dijo...

Lady Caroline...

Me gusto mucho tu entrada de hoy!!

Referente a lo que te había comentado en la entrada anterior.. el libro que me gustaría saber si esta traducido al castellano es el de Margaret George, The Autobiography of Henry VIII.

Y si no... cuando acabe de leer las seis esposas de Enrique VIII, empezare con Enrique VIII, el rey y su corte.

Gracias por contestarme!! :D

Un saludo

José Luis López Recio dijo...

UN placer visitar tu blog. Te hago saber que ahora veo la serie Los Tudor y eres la gran culpable de que lo haga jajaja
Un abrazo.

Milagros del Carmen Rodríguez dijo...

Hola Lady Carolina, estaba navegando por la web, buscando blogs que traten de Historia, y me gustó mucho el tuyo, espero sigas así. Saludos desde Perú.
Te invito a visitar el mío.
http://www.historia-encrucijada.blogspot.com/.

Atenea dijo...

Me parece interesante al amor cortés, quizá esa fue una de las épocas donde el amor alcanzó un gran nivel de refinamiento y después empezó a decaer la visión del amor hasta la visión mediocre que se nos quiere imponer en la actualidad (todo ultra racional o ultra animal).

Sería bellísimo combinar la libertad que tenemos ahora de compartir la vida con alguien que amemos de verdad con los refinamientos del amor cortés, pero no hay mucha gente dispuesta, como digo hay mucho ultra animal o mucho ultra racional.

Un abrazo Lady Caroline!

Sofonisba Anguissola dijo...

Preciosa entrada la de hoy. Como ha dicho Atenea, me encantaría que hoy día se conservase esta concepción del amor, no me importaría participar de esos juegos de amor cortés.

Un saludo

CAROLVS II, HISPANIARVM ET INDIARVM REX dijo...

Interesante entrada. Sin duda, eran otros tiempos en lo que se refiere al galanteo. Enrique VII ejemplo de mujeriefo y galante..

Un slaudo

Lady Caroline dijo...

Disculpen la tardanza, ayer por la noche fue imposible conectarme a blogger.Parece ser que estaban haciendo el mantenimiento de la plataforma.

Madame Minuet:¡Muchas gracias! Realmente es un alivio contemplar que todo no eran guerras y disputas, además los cortesanos sabían divertirse como nadie. Anteayer tuvo un pequeño contratiempo con la entrada, la verdad es que la publiqué vacia sin darme cuenta!Feliz día Madame. Besos

Eldiana:¡Gracias por la visita! Siento avisarte que el libro de Margaret George, The Autobiography of Henry VIII, que yo sepa todavía no está disponible en español. Habrá que aguardar a ver si sale al mercado. Saludos

José: Me alegro que el ambiente Tudor te haya contagiado!!El 11 de abril estrena la cuarta temporada!
Un abrazo

Milagros Rodriguez: ¡Bienvenida a Los Líos de la Corte!¡Muchas gracias! Cuando disponga de un tiempecito pasó a hacer una vista a su blog. Saludos desde España.

Atenea: La combinación entre ambos sería lo idoneo para que pudieramos vivir el amor de una forma plena.Un toque de amor cortés no vendría nada mal a las relaciones sentimientales del siglo XXI...Un abrazo

Sofonisba:¡Gracias Madame! A mí tampoco me importaría, sería una maravilla si pudieramos aplicarlo en estos tiempos.Hoy en día falta chispa a la hora de entablar relaciones sentimientales, el romanticismo se está perdiendo. Saludos

Carolvs II: Enrique VIII tenía muy arraigado los ideales de amor cortés y caballería, era un perfecto príncipe renancentista. Pena que con el paso del tiempo fue a peor, del galanteador se convirtió en el más cruel de los soberanos. Un saludo

Anónimo dijo...

Una buenísimo artículo referido al amor cortés. Me ha encantado. Debía ser interesante ver a Enrique VIII intentando buscar una explicación a su "ascendencia artúrica". Apuesto a que Ana Bolena usó muchos de estos juegos amorosos para encandilar a nuestro monarca

Muchas gracias por linkear mi blog para completar información ;-)

Un beso!!!

Lady Caroline dijo...

Muchas gracias María, es una alegría verte por aqui.Tu artículo sobre el amor cortés es muy completo y ayuda mucho a entender el contexto!

Enrique VII, padre de Enrique VIII, descendía de la rama bastarda (luego legítimada) de la Casa de Lancaster por parte de su madre Margaret de Beaufort. Sin embargo, su padre, Edmund Tudor, provenía de Gales donde se originó la leyenda artúrica. Digamos que el monarca utilizó esta historia para demonstrar ante sus súbditos su legitimidad para reafirmar su poder el trono. Tened en cuenta que los Tudor eran una dinastía reciente, que acababan de subir al trono hacía algunos años y los demas nobles de la corte los miraban con recelo por ello. Intentaré profundizar este tema en una próxima entrada.

Besos

A. dijo...

Maravillosa entrada... qué bien... todo lo que voy a aprender gracias a vuesa merced, Lady Caroline. Un saludo

lady grey dijo...

Hola Lady Caroline:
Es una muy interesante entrada, considero este tipo de tratos como una manera muy inteligente de acercarse a la persona que se ama o al menos se estima y se quiere.
Gracias por entretenerme y rebajar el estres al que ultimamente he estado sometida, definitivamente leer tu blog es un remedio maravilloso.
Besos y abrazos

Lady Caroline dijo...

Beatrice: Muchas gracias por su visita. Me alegro que te guste. Un saludo.

Lady Grey: ¡Muchas gracias! Concuerdo con tu opinion, en una forma muy galante de acercarse a un ser amado. El stress es el gran mal del siglo XXI, hay que intentar que no nos absorba, sé que es difícil debido al ritmo frenético que llevamos todos, pero al menos debemos encontrar momentos para relajarnos y disfrutar de las pequeñas cosas que nos regala la vida. Besos y espero que las cosas mejoren.

Jelens dijo...

Aunque el "amor cortés" fuera en sí una farándula y algo trivial... ¡¡Qué bonito estar cortejada por tamaña galantería!!!

Ains... Que profundo :D

Unknown dijo...

Lady Caroline!!!

Por favor, sabrías decirme si la cruz Tudor tiene algun significa en especial??? He buscado por una q otra web, pero no encontre nada en especial... lo que si encontra fue sobre la rosa...
Sabrías decirme????
Gracias!!!!

Lady Caroline dijo...

Jelens: A mi también me parece, ser contemplada por todos los lados por valientes y hermosos caballeros... Un saludo


Eldiana: Hola Eldiana!! Por ahora no dispongo de información sobre la Cruz Tudor, pero te prometo en un futuro dedicar un entrada a ese tema.

Saludos