miércoles, 28 de abril de 2010

Los símbolos y emblemas de Elizabeth I: 2ª y Última Parte

El tamiz es un símbolo que se remonta a la Antigua Roma, donde la Virgen Vestal, Tuccia, supuestamente demostró su pureza llevando agua, sin derramar ni una gota, en un tamiz. Fue usado para glorificar la virginidad de Elizabeth y asociar Inglaterra con el antaño poderoso Imperio Romano.


The Red Sieve Portrait (1579), obra de George Gower


Lunas y perlas
(debido a su parecido con la luna) se utilizaban para representar a Elizabeth como la diosa de la luna, Cynthia (también conocida como Diana), que era una virgen de incuestionable pureza. Sir Walter Raleigh ayudó a promover el culto a Elizabeth como diosa de la luna a través de uno de sus largos poemas que le dedicó a la soberana a finales de la década de 1580 titulado “The Ocean´s Love to Cynthia”, en el que comparaba a Elizabeth con este espléndido satélite.


La reina Elizabeth I luciendo un collar de perlas ( aprox. 1580), artista desconocido


Elizabeth también fue a menudo relacionada con Minerva (o Palas Atenea), que era la virgen-diosa de la guerra y defensora del estado. Aunque estaba preparada para enfrentar una guerra, la reina prefería la paz y personificaba la tranquilidad y la sabiduría. Su mecenazgo en el arte y la artesanía también fue muy alabado, además de ser una gran impulsora del comercio y la industria, incluyendo la construcción naval.


La reina Elizabeth y las tres diosas (Juno, Minerva y Venus, respectivamente). Año 1569


Recientemente, a mediados de marzo de este año, salió a la luz una notícia que dejó atónitos a los historiadores del arte. Durante años, los expertos especularon sobre una misteriosa sombra que cubría uno de los retratos de Elizabeth, una mancha negruzca que finalmente ha resultado ser una serpiente. El anónimo artista que pintó a la "Reina Virgen" dibujó al reptil enroscado en la mano de la monarca, pero lo borró y sustituyó por la más convencional rosa de los Tudor al entender que la serpiente podría asociarse al mal y al pecado original en la tradición cristiana.

La reina Elizabeth agarra en su mano derecha una flor que en realidad es una serpiente oculta. Artista deconocido, aprox. 1580.* La pintura con el trascurso del tiempo ha creado unas manchas azules en el rostro de la soberana.





Según explica al diario The Independent, Tarnya Cooper, conservadora de la National Portrait Gallery, los asesores de Elizabeth I controlaban cuidadosamente su imagen y un desliz de este tipo no hubiese pasado inadvertido. "Quizá la serpiente era un símbolo demasiado delicado o ambiguo, un emblema demasiado peligroso quizás. El hecho de que fue borrada tan rápidamente sugiere que la cuestión era peliaguda para el público", señala Cooper. Se sabe, abunda la experta, que la reina tenía joyas con forma de serpientes, pero la manera "seductora" en que se enrosca en su mano podría haber causado un escándalo en la época, dado que la hija de Ana Bolena nunca se casó, de ahí que se la conociese como la "Reina Virgen".

No obstante, los análisis efectuados con rayos X y tecnología de infrarojos revelaron que se trataba de una serpiente de escamas verdes y azules cuidadosamente pintada. El historiador y experto en los Tudor, David Starkey, aporta más información al recordar que las serpientes tenían varios significados en el Siglo XVI. "Durante el periodo Isabelino, la serpiente tenía un simbolismo dual. Sin duda, representaba a la sabiduría. Hay, al menos, un retrato que muestra a Elizabeth I con imágenes de serpientes verdes en su vestido", añade Starkey.


Bibliografía:

http://www.nmm.ac.uk/explore/sea-and-ships/in-depth/elizabeth/representing-the-queen/symbols-and-emblems-used-in-elizabeth-portraiture


http://www.telegraph.co.uk/culture/art/art-news/7367751/Mysterious-snake-appears-in-painting-of-Queen-Elizabeth-I.html

http://latercera.com/contenido/1453_231304_9.shtml



Próximamente analizaremos la Cruz Tudor....


lunes, 12 de abril de 2010

Los símbolos y emblemas de Elizabeth I: 1ª Parte

Como sabemos, la Era del Renacimiento es conocida por sus diversos simbolismos en las obras de arte. La reina Elizabeth I de Inglaterra era una adepta esos juegos alegóricos, y en la entrada de hoy nos encargaremos de desvelar parte de esos misterios. A continuación, enumeramos algunos de ellos:

El pelicano era uno de los símbolos favoritos de Elizabeth, lo incluía en los retratos para reflejar su amor incondicional por su pueblo. Cuando los alimentos escaseaban, se creía las hembras pelicano daban picotazos en su pecho para alimentar a sus polluelos con su propia sangre y de esas forma los salvaba de una muerte eminente. Desgraciadamente, la madre solía fallecer en ese desesperado proceso. Se buscamos en el centro de su pecho, encontramos ese símbolo en forma de broche. Durante La Edad Media el pelicano venía a representar el sacrificio de Jesucristo, que murió en la Cruz para salvar a toda la humanidad. Por lo tanto, ese potente emblema de auto sacrificio, simboliza a la soberana como "madre" de la nación protestante y su compromiso por velar siempre por sus súbditos.


The Pelican Portrait (1575), obra de Nicholas Hilliard


Detalle del pelicano


El fénix, es un ave mitológica del tamaño de un águila, única en su especie, de plumaje rojo, anaranjado y amarillo incandescente, de fuerte pico y garras. Se trataba de un pájaro fabuloso que se consumía por acción del fuego cada 500 años, y uno nuevo y joven surgía de sus cenizas. Por ello se convirtió en el símbolo de la resurrección, resistencia y vida eterna. En el siguiente cuadro, conocido con “el retrato del fénix”, el ave lo vemos reflejado en el medallón que porta la reina junto a su corpiño. Observamos que el fénix resurge de las cenizas, una clara alusión a su ascenso al poder y longevidad.



The Phoenix Portrait (1575), obra de Nicholas Hilliard


El armiño es un mamífero carnívoro de la familia mustélidos (Mustela Erminea), de piel parda en verano y blanca en invierno, excepto el extremo de la cola, que es negra. Según la leyenda, este animal prefiere morir antes que manchar su vestido inmaculado, por eso se lo considera en arte como símbolo de la pureza. Aparece en varios retratos suyos, donde también se contempla como un símbolo de estatus, ya que vestirse con su piel se limitaba a la realeza y la alta nobleza.



The Ermine Portrait (1585) , también obra de Nicholas Hilliard


Bibliografía:

http://www.liverpoolmuseums.org.uk/walker/collections/13c-16c/er1.aspx

http://www.nmm.ac.uk/explore/sea-and-ships/in-depth/elizabeth/representing-the-queen/portrait-of-elizabeth-i-with-a-pelican-emblem

http://www.nmm.ac.uk/explore/sea-and-ships/in-depth/elizabeth/representing-the-queen/symbols-and-emblems-used-in-elizabeth-portraiture

http://www.tudorhistory.org/elizabeth/gallery.html

http://www.elizabethancostume.net/gallery/qe-phoenix.html


http://es.wikipedia.org/wiki/F%C3%A9nix

http://historiarte.net/iconografia/virtudes.html

domingo, 4 de abril de 2010

La leyenda del Rey Arturo y el ascenso de la Dinastía Tudor


Enrique VII de Inglaterra

En 1485 Enrique VII fue coronado rey de Inglaterra, siendo el primer monarca reinante de la Casa Tudor. Obtuvo el trono del país gracias a su victoria sobre el rey Ricardo III, el último soberano de la Casa de York, en la Batalla de Bosworth ocurrida en el mismo año. La legitimidad del derecho a la corona de Enrique VII era bastante dudosa e incierta ya que sus pretensiones a la realeza se fundamentaban en un parentezco más bien lejano.

Su reclamo al trono provenía de su madre, Margaret Beaufort. Esta dama era bisnieta de John of Gaunt, duque de Lancaster, tercer hijo de Eduardo III, y su tercera esposa, Katherine Swynford, que fue amante del mismo durante veinticinco años. Cuando finalmente John se quedó viudo de Constanza de Castilla, hija de Pedro el Cruel, pudo desposarse con su amada Katherine en 1396; para entonces la pareja ya tenía cuatro hijos en común. En 1397, bajo el reinado de Ricardo II, los vástagos Beaufort fueron legitimizados. Más adelante su sucesor y usurpador, Enrique IV, reconocería la legitimidad de los hijos del tercer matrimonio de su padre aunque los apartó de la línea sucesoria.



Àrbol Genealógico de la Casa de Lancaster


Sólo gracias a un cúmulo de deposiciones y asesinatos, envuelto por un mar de venganzas y conspiraciones entre los miembros de la Casa de York y de Lancaster, permitieron al astuto Enrique Tudor convertirse en Enrique VII. Su ascenso en 1485, daría por finalizada la tormentosa Guerra de las Dos Rosas.


Para realzar su derecho al trono se apoyó en una famosa leyenda popular. Enrique VII, al igual que su padre, Edmund Tudor, había nacido en Gales, cuna del Rey Arturo y Sede de Camelot, y la descomposición que se encontraba el país después de la tumultuosa guerra, le permitieron alentar la leyenda conocida como "The Tudor Myth" de ser descendiente de los gloriosos britanos, estirpe del fundador Bruto y reencarnación de mítico Arturo y llamado, como él, a la regeneración de la nación.



El Rey Arturo

El nacimiento de su primer heredero, fruto de su matrimonio con Elizabeth York , se programó para que se llevaba a cabo en Winchester en Hampshire, donde según suposiciones de la época se hallaba Camelot. Como era de esperar, el niño se llamaría Arturo en homenaje al lengendario rey de la Tábola Redonda.

Es curioso también destacar que en el mismo año de su coronación se publicará Morte D´Arthur, de Thomas Malory. La escritura de la obra coincidió con el establecimiento de la primera imprenta en Westminster por obra de William Caxton quién la imprimió en 1485. La obra es un retrato del universo de la épica y el romance, con sus estrictos códigos de honor y amor cortés que impregnan las aventuras del mítico Arturo y sus caballeros. En definitiva, contribuyó enormemente en afianzar la creencia sobre el fantástico y heróico ascenso de Enrique VII al trono, una forma muy perspicaz de celebrarlo.

Para ilustrar este post, os pongo un video sobre la Batalla de Bosworth:

http://www.youtube.com/watch?v=AcmeKj6OHv8&feature=related


Bibliografía:

http://en.wikipedia.org/wiki/Henry_VII_of_England

http://en.wikipedia.org/wiki/King_Arthur%27s_messianic_return

Concha Muñoz, Ángeles de la; Elices Agudo, Juan Francisco; Zamorano Rueda, Ana Isabel: Literatura inglesa hasta el siglo XVII, editorial UNED, Madrid, 2009.